Un hombre estadounidense fue arrestado en la frontera con Canadá por transportar ilegalmente una estatua de colmillo de morsa. Este caso ha puesto en evidencia el debate sobre las exportaciones de arte inuit y las restricciones que existen para la venta de productos hechos con especies en peligro de extinción. La galería de arte de Montreal acusada de vender ilegalmente dientes de cachalote
En julio de 2021, Pedro Huertas, un médico estadounidense que intentaba cruzar la frontera entre Canadá y Estados Unidos en el cruce fronterizo de Highgate Springs en Vermont, fue arrestado después de que se descubriera que transportaba ilegalmente una estatua de colmillo de morsa.
El hallazgo de esta estatua ha generado un debate sobre las exportaciones de arte inuit y las restricciones que existen para la venta de productos hechos con especies en peligro de extinción.
Las leyes que convictieron a Huertas existen para prevenir la venta y exportación de productos hechos con especies en peligro de extinción y son celebradas por algunos conservacionistas, mientras que los artistas inuit las consideran demasiado restrictivas.
La galería de arte Images Boréales en el Viejo Montreal se enfrenta a cargos que alegan que vendió ilegalmente dientes de cachalote y falsificó documentos.
Pedro Huertas, el acusado, presentó documentos que pretendían mostrar que las estatuas tenían décadas de antigüedad, pero resultó ser una falsificación.
Estos documentos fueron proporcionados por la galería de arte Images Boréales, donde Huertas compró las esculturas.
Huertas fue acusado en Estados Unidos de importar partes de una especie en peligro de extinción sin los permisos adecuados y tanto el propietario como un empleado de la galería también enfrentan cargos en Canadá por falsificar documentos y poseer dientes de cachalote.
La venta de arte inuit hecha de hueso de ballena y marfil de morsa es complicada debido a las restricciones impuestas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y otras leyes específicas de cada país.
Estas leyes dificultan, e incluso a veces imposibilitan, llevarse productos hechos de ballenas, morsas y focas de Canadá, incluso si se trata de esculturas hechas por inuit o de huesos que han estado en la tundra o en la costa durante años.
Algunos conservacionistas argumentan que estas restricciones son necesarias para evitar que se mate a los animales por sus colmillos y huesos.
Sin embargo, los artistas inuit consideran que estas leyes son demasiado restrictivas y limitan su capacidad para vender su arte e incluso sobrevivir económicamente.
A pesar de los obstáculos, los entusiastas del arte inuit en el extranjero están dispuestos a hacer grandes esfuerzos para adquirir piezas hechas de hueso de ballena y marfil de morsa.
En Images Boréales, una galería de arte inuit en el corazón del Viejo Montreal, se exhiben esculturas hechas de hueso de ballena y marfil de morsa junto con esculturas de piedra de jabón.
Sin embargo, la venta de estos productos, especialmente a estadounidenses y turistas extranjeros, es complicada debido a las restricciones impuestas por las leyes de exportación.
A pesar de las dificultades que conlleva vender y exportar piezas de arte inuit hechas de hueso o marfil, algunos comerciantes de arte reconocen la necesidad de estas restricciones para proteger a los animales de la caza indiscriminada.
Aunque el caso de Pedro Huertas pone de manifiesto las dificultades y controversias que rodean a la exportación de arte inuit, también destaca la importancia de proteger a las especies en peligro de extinción y encontrar un equilibrio entre la preservación de la cultura inuit y la conservación de la vida silvestre.