Una familia en París, Ontario, ha encontrado accidentalmente una punta de lanza de hace más de 12,000 años, posiblemente de la era glacial final. La pieza, de gran valor histórico y con un origen en Ohio, podría cambiar la comprensión de los antiguos pueblos que habitaron la región.

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El #descubrimiento ocurrió durante las labores habituales en la granja, cuando uno de los miembros de la familia, mientras conducía un vehículo todoterreno por un campo de maíz, escuchó un golpe contra algo duro en el suelo.

Al bajar, encontró dos pequeñas piezas que, tras ser examinadas con detenimiento, se demostraron ser partes de una antigua punta de lanza. La pieza más grande mide aproximadamente siete centímetros y, al unir las dos partes, se obtiene un fragmento completo. Se sospecha que la punta de lanza original podría haber tenido una longitud mayor, pero falta el extremo puntiagudo.

Para entender mejor el valor y la antigüedad de este artefacto, la familia contactó a reconocidos expertos en #arqueología paleoindígena, entre ellos el profesor Christopher Ellis de la Universidad Western en Londres, Canadá.

Este especialista, con más de 50 años de experiencia en la identificación y catalogación de herramientas prehistóricas, confirmó que la punta hallada corresponde a un estilo característico de los primeros habitantes de Ontario, fechada en torno al año 8,000 a.C. según el calendario moderno, lo que la convierte en uno de los hallazgos más destacados en la región en los últimos tiempos.

Ellis explicó que las puntas de lanza con canaleta, conocidas como "puntas flutas", son extremadamente escasas en todo el continente y que solo se han reportado unos pocos ejemplares en la zona de Brant County.

La rareza y el buen estado de conservación hacen que este artefacto sea especialmente valioso para la comunidad científica.

La presencia de este material en una ubicación tan remota del sur de #Ontario indica que los pueblos antiguos mantenían amplias redes de intercambio

El material del que está hecha la punta, el sílex de trozo, proviene de zonas de Ohio donde abundan y son considerados de alta calidad. La presencia de este material en una ubicación tan remota del sur de Ontario indica que los pueblos antiguos mantenían amplias redes de intercambio, extendiéndose incluso hacia Michigan, Nueva York y otras regiones cercanas.

La movilidad de estos grupos, que probablemente vivían en pequeños núcleos familiares de alrededor de 150 personas, facilitaba el comercio y la transmisión de herramientas y conocimientos.

El hallazgo no solo aporta datos sobre la vida de las comunidades humanas en Canadá durante la última era glacial, sino que también ayuda a esclarecer las rutas de migración y contacto entre diferentes grupos.

Estudios recientes también sugieren que el derretimiento de los glaciares está revelando cada vez más sitios arqueológicos sumergidos o cubiertos por sedimentos antiguos en distintas partes del mundo, enriqueciendo el patrimonio cultural de la humanidad.

Según los especialistas, la fabricación de estas puntas de lanza requería de un gran nivel de destreza y paciencia, dado que el proceso de tallado en sílex implica romper la piedra en formas precisas y simétricas.

La incorporación de materiales tan específicos evidencia la prioridad que daban estos pueblos a tener herramientas eficientes y estéticamente elaboradas.

Mientras tanto, la familia Vellenga continúa colaborando con expertos para determinar si en su propiedad aún puede haber otras piezas relacionadas con la misma cultura.