Una expedición totalmente canadiense a la Antártida, la primera en su historia, analiza las alteraciones climáticas y los desafíos políticos en el continente más remoto del planeta. La misión también pone en evidencia la presión internacional para modificar los tratados que protegen esta región.

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Este tratado, firmado inicialmente en el contexto de la Guerra Fría, busca mantener la paz y el equilibrio en una de las áreas más vulnerables y frágiles del planeta.

Sin embargo, en los últimos años, las crecientes tensiones geopolíticas y los efectos del #cambio climático están poniendo a prueba la estabilidad de este marco.

Recientemente, #Canadá llevó a cabo su primera expedición totalmente nacional a la Antártida, un hito que pretende fortalecer su presencia en la región y promover la investigación sobre los rápidos cambios ambientales que allí ocurren.

La misión, denominada expedición CARE 2025, envió a 15 científicos especializados en clima y oceanografía a bordo del patrullero HMCS Margaret Brooke.

La misión duró varias semanas y fue la primera vez que un buque canadiense navegó hasta el extremo sur del continente, alcanzando zonas como Rothera Point, en la Península Antártica.

Uno de los objetivos principales de esta expedición fue estudiar los efectos del calentamiento global en las glaciaciones de la región. Estudios previos han mostrado que las glaciares de la #Antártida están retrocediendo a un ritmo alarmante, contribuyendo al aumento del nivel del mar en todo el mundo.

Según datos históricos, en los últimos 20 años, la masa de hielo de la Antártida se ha reducido aproximadamente en un 10%, equivalente a unos 950.000 kilómetros cúbicos, valor que, si se expresara en euros, representaría una pérdida estimada de unos 850 mil millones de euros en recursos glaciales.

El retroceso de los glaciares no solo afecta a nivel global, sino que también cambia la dinámica del océano Austral, una de las principales zonas de almacenamiento de carbono del planeta.

La elevación de las temperaturas en estas aguas, se estima, puede ralentizar la capacidad de absorción de carbono, alterando patrones climáticos en todo el mundo.

Investigadores como Thomas James, jefe científico de la expedición, advierten que estos cambios tienen implicaciones que superan las fronteras de la Antártida y que podrían impactar en las predicciones del clima global.

El Tratado de la Antártida

Por otro lado, la misión canadiense también ha puesto en evidencia las tensiones que existen en torno a la soberanía en la región. El Tratado de la Antártida, que prohibe la explotación minera y militar, se enfrenta a presiones por parte de algunos países que buscan ampliar sus intereses económicos y estratégicos en la zona.

Rusia y China, por ejemplo, han incrementado su presencia en los últimos años, y el interés por realizar actividades extractivas aumenta la incertidumbre acerca del futuro del acuerdo.

Canadá, reconociendo la relevancia de la región, ha manifestado su intención de obtener derechos de voto en los órganos de decisión del tratado.

Actualmente, solo una mitad de los signatarios tiene capacidad de influir en las decisiones, y Canadá busca ser considerado como país consultivo, una posición que le otorga mayor peso en las discusiones.

Asimismo, las tensiones en la región también involucran aspectos militares y de seguridad. La Royal Canadian Navy ha planificado despliegues en la zona para monitorear y proteger sus intereses, además de promover investigaciones científicas que aporten conocimientos sobre los efectos del cambio climático en el hemisferio sur.

La expedición canadiense ha enfrentado difíciles condiciones, como trayectos en aguas heladas y la necesidad de navegar en canales con hielo en constante movimiento.

La capacidad del buque para atravesar hielo de hasta un metro de espesor fue puesta a prueba, y las decisiones tomadas por el comandante del buque fueron cruciales para evitar accidentes y cumplir con los objetivos de la misión.

En resumen, la primera expedición canadiense a la Antártida no solo representa un avance en la exploración científica, sino también una muestra de los nuevos desafíos que enfrenta la región, entre ellos, el impacto del cambio climático y las tensiones geopolíticas.