Investigadores en Saskatchewan han desarrollado un spray que puede aumentar la resistencia al frío de los cultivos de uvas, con resultados prometedores.
En Saskatchewan, un grupo de investigación agrícola ha desarrollado un spray que podría cambiar el juego para los viñedos de todo Canadá. El spray contiene ácido abscísico, una hormona de plantas natural que ayuda a defenderlas de las bajas temperaturas.
Los experimentos realizados en Ontario demostraron que las vides de uva que recibieron el spray fueron capaces de soportar hasta 5 a 6 grados Celsius más que las no tratadas, lo que les permitió sobrevivir al invierno.
El spray también mantuvo las vides inactivas durante los períodos de clima más cálido en invierno.
La investigación en Ontario fue realizada por Jim Willwerth en la Universidad Brock en St.
Catharines, Ont.
El estudio mostró que algunas variedades de uva pudieron permanecer inactivas durante 16 días adicionales después de la aplicación del spray.
Esta innovación podría significar un gran avance para la industria vitivinícola de la provincia y para los propios viñedos, que han sufrido importantes pérdidas de cultivos debido al frío.
La pérdida de un viñedo puede costar hasta 50,000 a 60,000 euros por acre para replantar, sin mencionar el tiempo que lleva volver a ponerlo en producción.
El spray también ha despertado el interés de Dean Kreutzer, propietario de Over the Hill Orchards and Winery cerca de Lumsden, Sask.
Kreutzer asegura que el spray podría ser beneficioso para las últimas heladas de la temporada, protegiendo los cultivos de uva de los daños causados por el frío.
Además, el producto se considera seguro para el consumo y, una vez aplicado en las vides después de la cosecha de otoño, solo deja pequeñas cantidades en las uvas en primavera.
La comercialización del producto aún tardará unos años, ya que se está esperando la aprobación de la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos.
La investigación realizada con el spray también se está aplicando en plantas como los tomates para ver si puede protegerlas del estrés hídrico.
Se vislumbran grandes oportunidades para estas moléculas de ácido abscísico en la agricultura, siempre y cuando se puedan producir a un costo lo suficientemente bajo.
En definitiva, este avance podría revolucionar la forma en que se protegen los cultivos de frutas y hortalizas de Canadá.