Un productor de Ontario desarrolla un invernadero totalmente gestionado por inteligencia artificial para producir lechuga local durante todo el año, intentando disminuir la dependencia de importaciones desde EE. UU. La iniciativa busca afrontar los desafíos de costos laborales y condiciones climáticas, promoviendo la autosuficiencia alimentaria.

En medio del creciente debate sobre la dependencia de Canadá en las importaciones de productos agrícolas provenientes de Estados Unidos, un innovador agricultor de Ontario apuesta por la implementación de tecnología avanzada para transformar el sector.
Jay Willmot, un productor agrícola de tercera generación y empresario, ha iniciado operaciones en un invernadero de dos hectáreas en King City, Ontario, donde la producción de lechuga se realiza de forma completamente automatizada y controlada por inteligencia artificial (IA).
Este proyecto, llamado Haven Greens, ha sido pensado para ofrecer una alternativa local, sustentable y capaz de producir lechuga durante todo el año, sin importar las condiciones climáticas adversas típicas del invierno canadiense.
Según datos de 2024, Canadá importó aproximadamente el 92 % de su lechuga desde Estados Unidos, cifrando esa dependencia en un volumen cercano a 124,8 millones de libras (unos 56,7 millones de kilos), valorados en unos 102 millones de euros, en un contexto donde los precios al consumidor se dispararon por los efectos de la sequía y las plagas en California en 2022.
Willmot explica que su negocio, desarrollado con una inversión que supera los 3 millones de euros, combina sistemas de energías renovables —como paneles solares y captación de agua de lluvia—, con tecnología puntera para maximizar la eficiencia y minimizar los costes operativos.
La automatización permite desde la siembra hasta la cosecha, reduciendo significativamente la necesidad de mano de obra, que en Canadá representa más del 40 % del costo total de producción en los invernaderos tradicionales.
El proceso comienza con la inoculación de semillas en bandejas de turba, que después son transportadas mediante cintas transportadoras hacia un sistema de germinación controlado.
Las plantas permanecen en estas condiciones durante 48 horas, tras las cuales son trasplantadas automáticamente y monitoreadas por sensores que regulan temperatura, luz, humedad y presión.
Todo esto se gestiona mediante un centro de control centralizado, permitiendo un crecimiento óptimo y reduciendo desperdicios gracias a una gestión precisa.
Haven Greens produce más de 4.000 kg de lechuga al día, que son distribuidos a través del Mercado de Abastos de Ontario y entregados directamente a tiendas independientes y supermercados locales.
La visión de Willmot es promover un sistema alimentario más cercano, confiable y sostenible, evitando el transporte de largas distancias que genera una huella de carbono elevada y vulnera la seguridad alimentaria.
Este modelo no solo busca disminuir la dependencia de importaciones, sino también potenciar la economía local y crear oportunidades para abrir más empleo en un sector que enfrenta un envejecimiento acelerado.
Se estima que para 2033, un 40 % de los agricultores en Canadá podría jubilarse, sin que exista una sucesión clara según datos de Statistics Canada, lo que hace urgente la innovación en el sector.
El gobierno canadiense ha otorgado incentivos económicos para la adopción de tecnologías agrícolas modernas, como el apoyo de aproximadamente 625.000 euros en fondos en 2021 para proyectos similares en invernaderos en Ontario y Columbia Británica, con el fin de reducir la dependencia de mano de obra extranjera, en un contexto donde casi la mitad de los trabajadores agrícolas son temporales.
No obstante, expertos en agricultura y tecnología alertan sobre ciertos riesgos asociados a la adopción masiva de IA y maquinaria en el campo. Kelly Bronson, investigadora en Ciencia y Sociedad, advierte que es fundamental evaluar cuidadosamente el impacto social y ambiental», como el consumo energético y las emisiones relacionadas con las operaciones automatizadas y almacenamiento de datos.
Además, se señala que la dependencia excesiva de estos sistemas podría dejar a pequeños productores en desventaja si no se implementan medidas de apoyo.
Finalmente, Willmot manifiesta que su objetivo es inspirar a más jóvenes a interesarse en la agricultura tecnológica. Con la jubilación de muchos agricultores tradicionales y la falta de sucesores, impulsar modelos innovadores y sostenibles será clave para la seguridad alimentaria de Canadá en los próximos años, en una apuesta por un sistema más autosuficiente y respetuoso con el medio ambiente.