La ciudad de Santander celebra la festividad de la Virgen del Mar con procesiones, actos religiosos y actividades culturales, manteniendo viva una tradición que data de la Edad Media y que refleja la profunda devoción de sus habitantes.

La alcaldesa, Gema Igual, participó en la tradicional #procesión que partió desde la parroquia de San Román para acompañar la imagen de la Virgen hasta su ermita, en un acto que combina fe, #historia y comunidad.
La celebración comenzó con la salida de los romeros, quienes recorrieron las calles de #Santander en una procesión llena de simbolismo y tradición.
Una vez en la ermita, se llevó a cabo la misa solemne oficiada por el obispo Arturo Ros. Durante la ceremonia, la corporación municipal, junto al Cabildo Catedralicio, renovó sus votos de protección y veneración hacia la Virgen, en línea con una costumbre que se mantiene desde mediados del siglo XV.
Tras la misa, los asistentes entonaron el himno dedicado a la Virgen del Mar, un momento emotivo que precedió a la procesión alrededor de la ermita y a la ofrenda floral que simboliza la gratitud y la petición de protección.
Para rememorar la #tradición de compartir, el Ayuntamiento ofreció 1.500 raciones de paella, en una degustación que remite a la antigua costumbre de los romeros de compartir alimentos durante la festividad.
El programa cultural incluyó actuaciones de grupos locales, como ‘Coros y Danzas’, ‘Coro Ronda La Encina’ y ‘Los Güeyos’, además de actividades para toda la familia.
A lo largo del día, se llevaron a cabo juegos tradicionales de madera y conciertos de música folclórica, como la actuación de ‘Aires de San Román y las Pandereteras de Santander’, además de coros infantiles de colegios de la ciudad.
Cerrando así una jornada llena de fervor y cultura
Por la tarde, a las 18:30 horas, se realizó un rosario y una eucaristía en la ermita, cerrando así una jornada llena de fervor y cultura. La alcaldesa Igual expresó su agradecimiento a la asociación de vecinos de San Román y a la Hermandad de la #Virgen del Mar por su trabajo en la organización de las actividades, destacando la importancia de que esta festividad sea considerada día festivo en el calendario laboral para facilitar la participación de todos los vecinos.
La historia de la Virgen del Mar está envuelta en leyendas y hechos históricos que reflejan su importancia en la #cultura local. Se cuenta que la talla gótica, datada a finales del siglo XIII o principios del XIV, apareció flotando en el mar sobre una tabla, en una especie de milagro que marcó el inicio de la devoción.
La historia relata que los vecinos intentaron construir un santuario en Rostrío, pero las obras desaparecían misteriosamente por la noche, apareciendo finalmente en la isla donde se construyó la actual ermita alrededor del año 1400.
Desde entonces, la Virgen ha sido vista como una figura protectora ante calamidades. En 1467, ya existía un voto formal del Ayuntamiento y el Cabildo para rendirle homenaje en esta fecha, y en 1535 se documentó la tradición de ofrecer una comida a los vecinos en su honor.
La Virgen del Mar también jugó un papel crucial en momentos de crisis, como en diciembre de 1596, cuando una grave epidemia de peste azotó Santander.
A pesar de los esfuerzos médicos y religiosos, la enfermedad persistió hasta que, según la tradición, la intercesión de la Virgen permitió su desaparición en mayo de 1597.
Asimismo, en 1848, durante una severa sequía que afectó las cosechas, los santanderinos recurrieron a la Virgen para pedir lluvia, y en ese mismo día comenzó a llover copiosamente, salvando las cosechas y confirmando la fe en su protección.