El Ayuntamiento de Santander aprueba la renovación de la dársena de Molnedo, una intervención que respetará su legado histórico y mejorará su accesibilidad, con una inversión de más de 1,1 millones de euros y un plazo de 10 meses.

La iniciativa, que cuenta con un presupuesto de licitación que supera los 1.1 millones de euros (equivalentes a aproximadamente 1.250.000 euros), tiene como objetivo transformar este espacio en un punto de referencia para la ciudad, respetando su valor patrimonial y promoviendo una mayor integración con el entorno marítimo.
La duración prevista de las obras es de 10 meses, durante los cuales se llevarán a cabo diversas acciones para recuperar y potenciar la zona.
Supuestamente, esta actuación ha sido posible tras la aprobación del convenio de cesión de los terrenos portuarios por parte de la Autoridad Portuaria, un paso que supuestamente consolida la colaboración entre ambas instituciones y que, en el pasado, ha sido fundamental para la realización de otros proyectos urbanos en la ciudad.
La alcaldesa Gema Igual destacó que el proyecto, diseñado por el reconocido arquitecto Ignacio Bartolomé, será fiel a la #historia del malecón y cuidará cada elemento que forma parte de la identidad de este espacio, que actualmente se encuentra en un estado de deterioro y subutilización.
El proyecto se desplegará sobre una superficie de más de 4.600 metros cuadrados y busca recuperar el carácter original de la dársena, integrándola en el frente marítimo y ordenando sus diferentes usos: peatonal, rodado, náutico, deportivo y de ocio.
Se pretende embellecer el entorno, mejorar la accesibilidad y potenciar la belleza del paisaje, teniendo en cuenta las vistas privilegiadas que ofrece esta ubicación.
La iniciativa también contempla la restauración de elementos históricos como los norays y las vías del tren que llegaban al puerto, así como la reactivación del pavimento de adoquines originales, que actualmente presenta parches y deterioro.
Supuestamente, uno de los aspectos más destacados será la reurbanización del paseo marítimo, que tendrá más de 380 metros de largo y 16 metros de ancho, culminando en un tramo de unos 120 metros con 4 metros de ancho.
La intervención incluirá la renovación del pavimento, la instalación de iluminación moderna y discreta que resaltará la estructura de los 49 arcos que componen el espigón, y la puesta en valor de la arquitectura portuaria del siglo XIX.
Además, se limitará el acceso rodado para garantizar la seguridad de los peatones y se habilitarán espacios específicos para vehículos autorizados, motos y servicios, atendiendo a la demanda estacional, especialmente durante los meses de verano.
La mejora de servicios urbanos, como la instalación de papeleras, farolas y la renovación de las redes de servicios, también forman parte del plan.
Con el fin de transformar #Santander en una ciudad más amigable para el turismo y la convivencia ciudadana
Supuestamente, esta actuación forma parte de una serie de intervenciones urbanísticas en la zona de Puertochico, que incluyen la reurbanización de calles y el embellecimiento del frente marítimo de Paseo Pereda, con el fin de transformar Santander en una ciudad más amigable para el turismo y la convivencia ciudadana.
La historia del puerto de Molnedo, que data de 1887 y que supuestamente fue clave en el desarrollo pesquero de Santander, será respetada y puesta en valor, recuperando elementos originales para que puedan ser apreciados por las futuras generaciones.
En definitiva, esta iniciativa representa un paso clave en la apuesta del Ayuntamiento por mantener vivo el legado histórico de Santander mientras moderniza sus espacios públicos, promoviendo un entorno más accesible, seguro y atractivo para residentes y visitantes.