El gobierno de México realiza acciones inmediatas en Oaxaca para asistir a las comunidades afectadas por el huracán Erick, garantizando alimentos, agua y reconstrucción de viviendas, reafirmando su compromiso de cercanía con la población.

Desde hace décadas, #Oaxaca ha sido una zona vulnerable a huracanes, siendo uno de los estados más golpeados en la historia por ciclones como Gilberto en 1988 o Pauline en 1997, que dejaron daños significativos en viviendas, infraestructura y comunidades enteras.
En esta ocasión, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, supervisó personalmente los trabajos en las comunidades afectadas, asegurando que el compromiso del gobierno es estar cerca de la gente en los momentos difíciles.
En su recorrido por Puerto Escondido y Corralero, Sheinbaum expresó: “Siempre vamos a estar cerca de la gente, nunca los vamos a dejar”. Estas palabras reflejan la política de atención humanitaria que ha caracterizado a la administración federal en los últimos años, con un enfoque en la ayuda directa y en la reconstrucción de las zonas dañadas.
El huracán Erick impactó principalmente en la costa de Oaxaca, dejando a cientos de familias sin acceso a alimentos, agua potable y viviendas en condiciones seguras.
La Secretaría de Defensa Nacional y la Secretaría de Marina movilizaron brigadas para distribuir alimentos y agua, priorizando las áreas más afectadas.
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) se encargó de abrir los caminos bloqueados por los escombros y los árboles caídos, facilitando así la llegada de ayuda y la evacuación de personas en situación de riesgo.
Tras concluir los trabajos de apertura de caminos, la Secretaría de Bienestar realizó un censo en las comunidades para entregar apoyos de forma directa.
“El secretario de Infraestructura trae maquinaria para abrir las rutas de acceso, y cuando los caminos estén habilitados, Bienestar procederá a distribuir los apoyos necesarios para que las familias puedan recuperarse”, explicó un funcionario federal.
La respuesta del gobierno también incluyó la atención en viviendas, donde se evalúan los daños y se gestionan recursos para la reparación o reconstrucción de las estructuras afectadas.
Las comunidades rurales de Oaxaca han enfrentado dificultades para obtener ayuda en desastres
Históricamente, las comunidades rurales de Oaxaca han enfrentado dificultades para obtener ayuda en desastres, debido a su lejanía y condiciones geográficas adversas.
Sin embargo, en esta ocasión, las acciones coordinadas y rápidas demostraron un compromiso real por parte de las autoridades.
En la visita a Corralero, la presidenta conversó con las familias afectadas, escuchando sus necesidades y asegurando que no serán olvidadas. Además, en coordinación con diferentes dependencias, se establecieron programas de apoyo que llegarán a 14 municipios en Oaxaca y Guerrero, los más afectados por el huracán.
Estos municipios incluyen San José Estancia Grande, Santa María Cortijo, Santiago Jamiltepec, Villa de Tututepec y otros, donde la ayuda llegará en los próximos días.
Este tipo de acciones no solo buscan aliviar las consecuencias inmediatas del desastre, sino también fortalecer la resiliencia de las comunidades para enfrentar futuras amenazas.
La historia de Oaxaca en la gestión de desastres naturales revela que la colaboración entre el gobierno, las comunidades y las organizaciones civiles ha sido clave para superar crisis anteriores.
La ayuda humanitaria, junto con la reconstrucción de infraestructura y viviendas, son pasos fundamentales para recuperar la normalidad.
El compromiso del gobierno mexicano de estar cerca de la gente en momentos de adversidad reafirma su prioridad por proteger a los ciudadanos y garantizar su bienestar.
La coordinación de esfuerzos entre las diferentes secretarías y la participación activa de las comunidades aseguran que la ayuda llegue de manera efectiva y oportuna, siguiendo el ejemplo de acciones anteriores ante desastres similares en la historia del país.