El gobierno mexicano anunció la construcción de dos centrales termosolares en Baja California Sur, una inversión de aproximadamente 730 millones de euros, que beneficiará a hasta 200 mil hogares y fortalecerá la matriz energética del país.

La nación anunció la construcción de dos nuevas centrales termosolares en Baja California Sur, las primeras de su tipo en el país, con una inversión que supera los 730 millones de euros (equivalentes a 800 millones de dólares estadounidenses).
Este avance representa un paso decisivo en la transición energética y en el compromiso del gobierno de diversificar su matriz energética.
Supuestamente, estas plantas solares tendrán la capacidad de proporcionar electricidad a entre 100 mil y 200 mil hogares, contribuyendo significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y fomentando un desarrollo más sostenible en la región.
La inversión forma parte del Plan de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional 2025-2030, un marco estratégico que busca incrementar la participación de energías limpias en la generación eléctrica del país.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, destacó la importancia de este proyecto, afirmando que coloca al país en la vanguardia en el uso de energías renovables.
“Impulsar la generación solar con tecnología de punta es fundamental para nuestro futuro energético. Estas plantas no solo aprovecharán el vasto recurso solar de Baja California Sur, sino que también incorporarán tecnología innovadora que permitirá generar energía incluso durante la noche”, afirmó en una conferencia matutina.
Supuestamente, las centrales utilizarán tecnología de potencia solar térmica de torre central, un método pionero en México, que concentra la energía solar en tanques de almacenamiento térmico.
Esto permitirá producir electricidad de forma estable, sin intermitencias, y contribuirá a la descarbonización del sector eléctrico al sustituir combustibles fósiles como el diésel, gas y carbón.
La secretaria de Energía, Luz Elena González, comentó que estas instalaciones reforzarán la seguridad del suministro eléctrico en la región y acelerarán el cumplimiento del objetivo de que el 35% de la electricidad nacional provenga de fuentes renovables en los próximos años.
Además, se presume que el proyecto fomentará el desarrollo tecnológico y la producción de componentes en el país, promoviendo cadenas de valor nacionales.
Supuestamente, la infraestructura generará inicialmente 100 MW, operando durante 11 horas continuas, con un plazo de construcción estimado entre 36 y 48 meses.
La directora general de la CFE
La directora general de la CFE, Emilia Calleja Alor, resaltó que esta tecnología es la más adecuada para aprovechar la radiación solar en el país y garantizar un suministro confiable para sectores clave como el turismo, la industria y el crecimiento urbano.
Este proyecto se suma a una larga historia de iniciativas mexicanas en energías limpias, que comenzaron en los años 2000 con la puesta en marcha de parques eólicos en el Istmo de Tehuantepec y varias plantas solares en el norte del país.
Presuntamente, México busca alcanzar una matriz energética más sostenible, en línea con los compromisos internacionales y las metas de reducir su huella de carbono.