Encuentro entre voluntarios y autoridades para resaltar el papel de los mayores en la sociedad y combatir la soledad.
Hoy, la Comunidad de Madrid ha conmemorado el Día Internacional de los Voluntarios mediante un encuentro que ha reunido a voluntarios del proyecto "Teléfono de Escucha" de la asociación ASISPA. Este evento, cuya finalidad era visibilizar la labor que realizan los voluntarios mayores, tuvo lugar bajo la dirección de Óscar Álvarez, director general de Atención al Mayor y a la Dependencia.
El evento también contó con la presencia de Elena Sampedro, directora general de ASISPA, además de un grupo diverso de voluntarios de esta organización.
La reunión fue acompañada por el equipo del servicio público que se encarga de brindar asesoramiento técnico sobre la soledad y el aislamiento social, así como por representantes de EMERCAM, una entidad dedicada a ayudar a las personas mayores en situaciones de soledad.
EMERCAM forma parte de la "Red de Atención a Mayores en Soledad", al igual que ASISPA, evidenciando el compromiso colectivo en la lucha contra este problema creciente en la sociedad.
Durante su intervención, Óscar Álvarez enfatizó el compromiso de la Comunidad de Madrid hacia la prevención de la soledad en las personas mayores, destacando la relevancia de los encuentros como este.
Según datos recientes, se estima que en Madrid, un número significativo de personas mayores enfrenta la soledad, un fenómeno que ha aumentado en los últimos años.
La soledad no solo impacta en el bienestar emocional de los mayores, sino que también puede tener repercusiones negativas en su salud física.
El director general resaltó la importancia del Programa de Acción de la Red de Atención a Mayores en Soledad, creado para abordar este tema crítico.
Este programa busca implementar una red de instituciones, entidades y profesionales que contribuyan al fortalecimiento de los vínculos afectivos de las personas mayores, actuando como un salvavidas emocional en momentos de aislamiento.
Los voluntarios, que son el pilar de esta iniciativa, comparten experiencias y ofrecen un apoyo invaluable a los mayores.
Estas interacciones permiten no solo mitigar la soledad, sino también fomentar un sentido de comunidad y pertenencia que muchas personas mayores han perdido.
En este contexto, es importante recordar que el voluntariado no solo beneficia a quienes reciben ayuda, sino que también enriquece la vida de los propios voluntarios.
La experiencia de ser voluntario puede proporcionar un profundo sentido de propósito y conexión social.
La celebración del Día Internacional de los Voluntarios sirve como un recordatorio de la necesidad de seguir invirtiendo en programas que promuevan la solidaridad y el apoyo entre generaciones, visibilizando el rol fundamental de los mayores en nuestra sociedad.
Este esfuerzo no es solo una labor comunitaria, sino un paso crucial para construir un entorno donde todos los ciudadanos, independientemente de su edad, puedan sentirse valorados y acompañados.