Urologos del Hospital Clínico San Carlos han implementado una técnica basada en la introducción de vapor de agua a alta temperatura para tratar la hiperplasia benigna de próstata de manera ambulatoria y menos agresiva.
En la ciudad de Madrid, se ha implementado en el Hospital Clínico San Carlos una novedosa técnica basada en la introducción de vapor de agua a alta temperatura para tratar la hiperplasia benigna de próstata.
Este innovador procedimiento se realiza de manera ambulatoria, permitiendo a los pacientes ser dados de alta en el mismo día.
La técnica consiste en aplicar vapor de agua a 70 grados centígrados directamente sobre la parte hipertrofiada de la próstata, con el objetivo de mejorar el flujo de orina al reducir su tamaño.
Este tratamiento, que se ha convertido en una alternativa menos invasiva para la hiperplasia benigna de próstata, tiene un coste aproximado de 3.000 euros.
Los pacientes experimentan una notable mejoría a partir del primer mes, cuando el órgano comienza a desinflamarse, manteniendo esta mejoría a lo largo de los años.
El jefe del Servicio de Urología del Hospital Clínico San Carlos, Jesús Moreno, ha destacado que esta técnica presenta ventajas significativas, entre las que se incluye la posibilidad de evitar cirugías abiertas y ofrecer tratamientos menos agresivos, así como la garantía de no interferir en la eyaculación.
Para aquellos casos en los que el tratamiento no sea definitivo, se puede repetir sin problemas para el paciente, ya que no deja cicatrices que puedan afectar tratamientos futuros.
La hiperplasia benigna de próstata puede generar complicaciones si no se trata adecuadamente, por lo que es fundamental contar con opciones terapéuticas efectivas.
Esta nueva técnica con vapor de agua a alta temperatura se suma a las posibilidades existentes para el tratamiento de este problema, ofreciendo a los pacientes una alternativa prometedora y menos invasiva.
Además, este tratamiento también está indicado para personas anticoaguladas, en aquellos que desean mantener eyaculaciones durante las relaciones sexuales, o para aquellos con escasa mejoría tras otros tratamientos médicos.
En definitiva, se presenta como una opción segura y eficaz para mejorar la calidad de vida de los pacientes con hiperplasia benigna de próstata.