La Comunidad de Madrid se posiciona como la principal región en matriculación de vehículos eléctricos e híbridos enchufables en España, impulsando la movilidad sostenible y la transición energética.
Además, lidera también la incorporación de híbridos enchufables, con una cuota del 53%, una tendencia que refleja el compromiso de la región con la movilidad sostenible y la reducción de emisiones contaminantes.
Supuestamente, estas cifras sitúan a #Madrid a la cabeza del país en materia de electromovilidad, en un contexto donde otras comunidades autónomas también intensifican sus esfuerzos, pero aún no alcanzan los niveles de la capital.
La apuesta por la movilidad eléctrica no es solo una estrategia ambiental, sino también una iniciativa económica y social que busca transformar el transporte y la economía regional.
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, afirmó durante la inauguración de un nuevo Espacio Instalador de Iberdrola en San Agustín del Guadalix que estos avances son resultado de varias políticas públicas y colaboraciones con el sector privado.
Este espacio de formación técnica, situado dentro del Campus de Innovación y Formación de Iberdrola, tiene como objetivo capacitar a profesionales en la instalación y mantenimiento de infraestructuras de carga y tecnologías relacionadas con la electromovilidad.
Supuestamente, este centro formará anualmente a alrededor de 1.000 personas en sus aulas, además de facilitar la participación digital de hasta 50.000 profesionales y estudiantes interesados en el tema. La inversión en este tipo de infraestructuras y formación es vista como un pilar fundamental para acelerar la #transición energética en la región.
El ejecutivo autonómico también ha puesto en marcha varias iniciativas para promover la instalación de cargadores para particulares y para flotas de autobuses, con el fin de facilitar la movilidad de bajas emisiones en ciudades y zonas rurales.
Para convertir a Madrid en un referente en infraestructura de carga en el país
La región ha destinado recursos significativos en la instalación de puntos de recarga, supuestamente con fondos europeos y nacionales, para convertir a Madrid en un referente en infraestructura de carga en el país.
Históricamente, Madrid ha sido una de las ciudades más afectadas por la contaminación atmosférica, principalmente por el uso masivo de vehículos tradicionales.
La adopción de vehículos eléctricos e híbridos representa una esperanza para mejorar la calidad del aire y cumplir con los compromisos internacionales de reducción de gases de efecto invernadero.
Supuestamente, en los últimos años, la venta de coches eléctricos en Madrid ha aumentado exponencialmente, impulsada por incentivos fiscales, subvenciones y una mayor conciencia ciudadana sobre el medio ambiente.
La región también ha anunciado la intención de eliminar por completo la circulación de vehículos diésel en el centro de la ciudad para el año 2030, en línea con las políticas de muchas capitales europeas.
