Aprobación de una importante inversión para la atención de personas adultas con discapacidad y trastornos de conducta en la Comunidad de Madrid.

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Este miércoles, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha ratificado una significativa inversión de 29,8 millones de euros, equivalentes a aproximadamente 28 millones de euros, para el mantenimiento de 808 plazas de atención residencial destinadas a adultos con discapacidad intelectual y complicaciones conductuales severas.

Esta decisión marca un paso crucial en la mejora de las condiciones de vida de un sector de la población que enfrenta numerosas dificultades.

La validez de los siete acuerdos se extiende desde el 1 de noviembre de 2024 hasta el 31 de octubre de 2025, asegurando la continuidad de estos servicios vitales para las personas que requieren un nivel de atención especializado.

Dentro de este marco, se destinan cerca de 18 millones de euros para ampliar el acuerdo existente con el Centro San Juan de Dios en Ciempozuelos, que cuenta con 483 plazas disponibles.

Esta iniciativa no solo busca mantener el servicio, sino también incrementarlo para atender adecuadamente a un número creciente de usuarios.

Asimismo, se han asignado 9,5 millones de euros para financiar 259 plazas en cuatro centros especializados.

Estos centros incluyen el Hogar Residencia II APANID y APANID Residencial El Prado, ambos ubicados en Getafe; la Residencia de las Hermanas Hospitalarias en Arroyomolinos, y la Residencia del Grupo 5 en la Avenida de América, en Madrid.

Todos estos establecimientos están diseñados para brindar apoyo integral a personas adultas que presentan discapacidad intelectual y un alto grado de dependencia.


Los servicios que se ofrecen no se limitan simplemente al alojamiento y la manutención.

En cada uno de estos recursos, los usuarios reciben atención personal adaptada a sus necesidades, así como programas específicos de entrenamiento en habilidades de comunicación, interacción social y las actividades básicas de la vida diaria, promoviendo así una mayor autonomía.

Además, se contempla la formación en movilidad y salud, que son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los residentes.

Las familias también son una parte esencial de este proceso.

Se ofrece orientación y apoyo constante, organizando actividades lúdicas y educativas tanto dentro de los centros como en el entorno comunitario, permitiendo a los usuarios disfrutar de una vida más plena.

La Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales ha establecido una red integrada que abarca más de 14.500 plazas distribuidas en diversas instalaciones, incluyendo centros ocupacionales, residencias y viviendas comunitarias.

Estas iniciativas están destinadas a personas adultas de entre 18 y 65 años con discapacidades que abarcan desde condiciones físicas hasta intelectuales y sensoriales.

Es importante destacar que este tipo de inversiones no solo son esenciales para el presente, sino que sientan las bases para el futuro, ya que aseguran que todas las personas, independientemente de su condición, tengan acceso a la atención y el cuidado que necesitan para vivir con dignidad y bienestar.