Isabel Díaz Ayuso ha recibido el nombramiento de Camarera Honorífica de la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y el Desamparo en una ceremonia en Madrid

En la ciudad de Madrid, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sido distinguida hoy como Camarera Honorífica de la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y el Desamparo.

La ceremonia de nombramiento tuvo lugar en la Iglesia de la Concepción Real de las Calatravas de la capital.

Díaz Ayuso fue entregada la medalla que la acredita por Luis Fernando López, hermano mayor de la cofradía, tras la celebración de una misa presidida por el rector de la iglesia y abad de la Congregación, Feliciano Rodríguez.

La mandataria autonómica se comprometió a respetar y cumplir los estatutos de la congregación, promoviendo la devoción y culto a la Santísima Virgen en su advocación de la Soledad y el Desamparo, siguiendo las tradiciones establecidas en la lectura del voto.

Esta hermandad realiza su estación de penitencia por las calles de Madrid en el Sábado Santo, en el marco del 300 aniversario de su fundación por un grupo de fieles devotos.

El evento ha sido destacado por la importancia de este honor otorgado a Isabel Díaz Ayuso, quien se convierte en una parte integral de la congregación que venera a la Santísima Virgen en sus momentos de soledad y desamparo.

Esta distinción realza el compromiso de la presidenta de la Comunidad de Madrid con la tradición religiosa y la devoción mariana.

Se espera que su participación en las actividades de la congregación fortalezca los lazos entre la comunidad y la figura de la Santísima Virgen en los días de mayor significado religioso en la ciudad de Madrid.

El nombramiento de Camarera Honorífica representa un reconocimiento a la labor y dedicación de Isabel Díaz Ayuso hacia las prácticas religiosas y la difusión de la fe en la localidad.

Los eventos religiosos como este resaltan la importancia de la tradición y la devoción en la sociedad contemporánea, donde figuras políticas como Díaz Ayuso se comprometen con valores arraigados en la cultura local.

La presencia de la presidenta en la Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y el Desamparo marca un precedente en la relación entre el gobierno y las instituciones religiosas, evidenciando la relevancia de la fe en la esfera pública.

Esta designación no solo honra a Isabel Díaz Ayuso, sino que también refuerza los lazos de la comunidad madrileña con sus tradiciones y creencias religiosas.