La superficie afectada por incendios forestales en la Comunidad de Madrid ha disminuido notablemente este verano gracias a la efectividad del dispositivo de extinción.

En la Comunidad de Madrid se ha logrado una reducción notable en la superficie de bosque que ha sido devastada por incendios forestales durante este verano.

Mientras que el año pasado el porcentaje alcanzó el 2% del total, en 2024 ese número se ha reducido a tan solo el 0,5%. Esta mejora es el resultado de la rápida y eficaz intervención de los modernos servicios de prevención y extinción de incendios, que han trabajado incansablemente desde el inicio del año hasta finales de septiembre.

Durante este periodo, apenas han ardido nueve hectáreas de vegetación forestal en la región, una cifra que se considera un gran logro frente a los desafíos que representaban los incendios forestales en años anteriores.

Carlos Novillo, Consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, realizó un balance en Pozuelo de Alarcón, agradeciendo a todos los profesionales implicados en esta labor.

“La notable reducción de los incendios, donde un 75% de los casos fueron simplemente conatos que no superaron la hectárea, muestra el esfuerzo y la eficacia del sistema de prevención”, declaró Novillo.

En total, se registraron 239 incidentes, número que se encuentra significativamente por debajo del promedio de los últimos diez años, que era de aproximadamente 280 incendios.

En conjunto, esos incendios han dañado 1.667 hectáreas de superficie, principalmente pastos y matorrales.

En concreto, se estima que 1.208,5 hectáreas (72,5%) eran de pasto y 449,5 hectáreas (27%) de matorral.

Esto sugiere que la recuperación de la vegetación afectada puede ocurrir a un ritmo acelerado, dada la naturaleza de los tipos de vegetación que fueron más impactadas.

Los tres incendios más significativos de este verano tuvieron lugar en Loeches, donde se quemaron 727 hectáreas, Tres Cantos con 528 hectáreas, y en El Molar y Pedrezuela, afectando 206 hectáreas.

Uno de los puntos destacados del plan de intervención en 2024 ha sido la colaboración establecida con regiones vecinas como Castilla-La Mancha y Castilla y León.

Se han enviado recursos en 35 ocasiones a estas regiones mediante un acuerdo de cooperación para abordar de manera conjunta los incendios forestales.

Este dispositivo de actuación, que en su totalidad incluye 5.924 efectivos entre bomberos, agentes forestales y voluntarios, ha visto un incremento del 2,5% en comparación con el prior año.

Todos estos profesionales han trabajado en un entorno cuidadosamente organizado que incluye 21 parques de bomberos, 17 puntos de incendio y una flota compuesta por 10 helicópteros y diferentes tipos de vehículos especializados.

Además, la Comunidad de Madrid ha tomado la iniciativa de presentarse como parte acusadora en un procedimiento judicial, en relación a varios incendios ocurridos en localidades como Valdemorillo y San Lorenzo de El Escorial.

Ya se han iniciado las diligencias pertinentes en el juzgado para investigar un presunto delito de daños ambientales, que podrían haber causado un impacto significativo en el entorno natural donde ocurrieron los incendios.

Estos esfuerzos reflejan el compromiso de la Comunidad de Madrid no solo en la preservación de su entorno natural, sino también en la mejora de sus protocolos de seguridad y respuesta ante emergencias para salvaguardar sus recursos forestales, un aspecto crucial en la era de cambio climático que enfrentamos hoy en día.