En el Hospital Universitario de La Princesa, ubicado en Madrid, se ha implementado una serie de iniciativas para adaptar los menús de los pacientes ingresados a las temperaturas estivales.

Cada verano, el centro público de la Comunidad de Madrid ofrece platos más ligeros y refrescantes, como gazpacho, ensaladas, verduras y una amplia variedad de frutas de temporada.

Desde hace años, el equipo de cocina, en colaboración con el Servicio de Endocrinología y Nutrición, ha trabajado para humanizar la experiencia hospitalaria, especialmente para aquellos que celebran su cumpleaños mientras están hospitalizados.

Los pacientes que cumplen años reciben una tarjeta de felicitación personalizada y, si su dieta lo permite, un postre especial para disfrutar durante la merienda.

Los menús en este hospital son flexibles.

A lo largo del año, los pacientes pueden seleccionar sus comidas con antelación, eligiendo entre varias opciones que incluyen tres primeros, dos segundos, tres postres y diferentes tipos de pan.

Durante los meses más cálidos, estos menús se ajustan para incorporar alternativas como cremas frías, ensaladas de legumbres y frutas refrescantes.

Todos los menús son elaborados teniendo en cuenta las necesidades médicas de cada paciente, garantizando que puedan recibir una dieta equilibrada necesaria para su recuperación.

El detalle de cumpleaños es una de las medidas de atención personalizadas que han sido bien recibidas.

Un sistema informático permite al personal monitorear los aniversarios de los pacientes ingresados, asegurando que quienes cumplen años reciban un pequeño regalo que incluye un postre que varía desde un tarrito de tarta de queso hasta un brownie, dependiendo de su dieta.

Estas personalizaciones no solo hacen que los pacientes se sientan valorados, sino que también contribuyen a una recuperación más amena.

Recibir un dulce o una tarjeta de cumpleaños puede ayudar a aliviar el estrés que provoca estar lejos de casa durante una convalecencia.

El Hospital de La Princesa ofrece más de 60 dietas específicas, incluyendo platos tradicionales en fechas señaladas como cocido madrileño durante las fiestas de San Isidro, o arroz con leche en Semana Santa.

Esta dedicación a la gastronomía también se extiende a la elaboración de menús navideños y otros platos típicos de la región, haciendo que la experiencia culinaria sea significativa en la recuperación de los pacientes.

El equipo de Endocrinología y Nutrición, compuesto por profesionales especializados que incluyen médicos y dietistas, supervisa cada detalle de los menús diarios.

Además, el personal de cocina, que abarca desde cocineros hasta ayudantes, se encarga de preparar y servir con eficacia cada comida, utilizando instalaciones equipadas con tecnología moderna.

La cocina del hospital se extiende a lo largo de 670 metros cuadrados y está equipada con varios electrodomésticos profesionales que permiten la cocción de grandes volúmenes de alimentos.

Ello asegura un servicio puntal de desayuno, comida, merienda y cena, garantizando que todos los pacientes reciban sus comidas a la temperatura adecuada gracias a un sistema de transporte especializado.

En resumen, el Hospital Universitario de La Princesa no solo se enfoca en la atención médica, sino que también se preocupa por el bienestar integral de sus pacientes, haciendo de su estancia hospitalaria una experiencia más humana, confortable y personalizada.