El Hospital Clínico San Carlos ha obtenido la certificación de calidad en la elaboración de las comidas que sirve a sus pacientes al cumplir con todas las normas de gestión de calidad en la preparación de comida para población vulnerable.
El Hospital Clínico San Carlos, ubicado en Madrid, ha obtenido recientemente la certificación de calidad en la elaboración de las comidas que sirve a sus pacientes.
Esta certificación valida que el hospital cumple con todas las normas de gestión de calidad en la preparación de comida para población vulnerable, incluyendo pacientes ingresados, pacientes en sala de observación de urgencias, pacientes de hospital de día y niños de la guardería del hospital.
La cocina del Hospital Clínico San Carlos es una cocina centralizada de producción en línea caliente, que cuenta con modernos equipos como sartenes basculantes con presión, hornos mixtos de vapor de convección y abatidores de temperatura industriales.
Además, dispone de cámaras frigoríficas y salas de preparación acondicionadas para garantizar la conservación de los alimentos en óptimas condiciones.
Cada plato se prepara y sirve de forma cuidadosa, siendo supervisados por cocineros, gobernantas y dietistas.
Se utilizan carros de retermalización por convección forzada para distribuir las bandejas de comida, asegurando que lleguen al paciente con la temperatura adecuada para su consumo y garantizando la inocuidad.
La certificación obtenida por el Hospital Clínico San Carlos ha sido auditada por Bureau Veritas, reconocida empresa de certificación.
Esto refleja el trabajo y la profesionalidad de los miembros de la unidad de alimentación del hospital, quienes se encargan de garantizar la calidad higiénico-sanitaria de los alimentos y su calidad gastronómica.
El Servicio de Hostelería del hospital ofrece a los pacientes una amplia variedad de opciones en su oferta gastronómica.
Se incluyen más de 50 tipos de dietas terapéuticas, así como un menú semanal con tres opciones para las dietas de libre elección.
Todas las comidas son elaboradas y distribuidas por el personal de la unidad de alimentación del centro, siguiendo las recomendaciones nutricionales indicadas para cada paciente.
Según Roberto Recuero, jefe del Servicio de Hostelería del Hospital Clínico San Carlos, aproximadamente el 70% de los pacientes tienen la posibilidad de elegir su menú en el centro.
Esto demuestra el compromiso del hospital en adaptar las dietas a las necesidades de cada paciente.
Además de las dietas básicas, el hospital ofrece opciones específicas para diferentes patologías, como pacientes con dieta de diálisis, baja en K, celiaquía, mucositis y protección cardiovascular.
Estas opciones incluyen ingredientes propios de la dieta mediterránea, como aceite de oliva virgen extra, frutos secos, frutas, verduras, pescado y pan integral.
El Hospital Clínico San Carlos atiende anualmente a miles de pacientes, sirviendo alrededor de 220.000 dietas a los pacientes ingresados en las unidades de hospitalización y otras 10.500 a los pacientes que reciben tratamiento en los hospitales de día.
En total, se sirvieron más de 2.600.000 platos en el año pasado.
La cocina del Hospital Clínico se enorgullece de su enfoque en la cocina tradicional basada en la dieta mediterránea.
Los platos más demandados por los pacientes son menestras, arroces y pescados, todos ellos elaborados con pescado fresco de alta calidad y las mejores carnes y legumbres.
Esto ha llevado al hospital a superar la media de hospitales de alta complejidad en cuanto a la presentación, temperatura y horario de las comidas, según una encuesta de satisfacción realizada recientemente.
Todos los procesos de la cocina del Hospital Clínico San Carlos se realizan según los procedimientos aprobados en coordinación entre el Servicio de Hostelería y la Unidad de Dietética.
Esto garantiza la inocuidad alimentaria y busca mantener los sabores tradicionales adaptados a los requerimientos nutricionales de cada paciente.