Más de 1.000 vehículos de transporte escolar serán inspeccionados en Madrid para mejorar la seguridad de 20.000 estudiantes en sus traslados.
La Comunidad de Madrid ha decidido llevar a cabo una exhaustiva inspección de más de 1.000 vehículos de transporte escolar durante el presente curso académico, con el principal objetivo de garantizar la seguridad de más de 20.000 alumnos que diariamente se trasladan desde sus hogares a los centros educativos.
Este esfuerzo se enmarca dentro del Plan de Inspección del Transporte por Carretera 2024, que introduce dos importantes novedades para el mes de octubre.
El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, fue testigo de este control en el Instituto de Educación Secundaria Virgen de la Paz, ubicado en Alcobendas.
Durante su visita, destacó que la iniciativa incluye la campaña 'Llévame al Cole en Bus', desarrollada en colaboración con diversas organizaciones del sector del transporte, como Fenadismer Bus y Aetram.
El propósito de esta campaña es fomentar el uso del autobús escolar, resaltando sus beneficios en términos de puntualidad, autonomía y socialización para los niños y jóvenes.
Además, busca reducir la contaminación al disminuir el uso de vehículos particulares.
Rodrigo subrayó que la Comunidad de Madrid dispone de una de las flotas más modernas y seguras del país, con vehículos que son sometidos periódicamente a una Inspección Técnica de Vehículos (ITV) específica.
Esta revisión asegura que cada autobús cumpla con las estrictas normas de seguridad vigentes.
Otra de las innovaciones anunciadas es un nuevo protocolo relacionado con la tramitación de autorizaciones y el transporte regular de uso especial en entornos urbanos, destinado a facilitar la comunicación y procedimiento entre las diferentes administraciones locales para otorgar permisos.
Para que un vehículo pueda prestar servicio escolar, es imprescindible que cuente con una autorización específica, la cual es emitida por la Dirección General de Transportes y Movilidad de la Comunidad de Madrid al inicio de cada curso escolar.
Esta autorización establece los itinerarios y paradas que se seguirán.
En total, el Gobierno regional ha habilitado alrededor de 3.000 autobuses que cubren 639 rutas en 230 centros educativos.
Los autobuses deben someterse a un control que verifica su cumplimiento con las exigencias técnicas y de mantenimiento marcadas por la normativa.
Igualmente, se aseguran de que los trayectos, en condiciones normales, no superen la duración de una hora, garantizando viajes cómodos y seguros para los estudiantes.
Es fundamental también la presencia de al menos un acompañante en el vehículo, cuya labor es cuidar de los niños durante el traslado, así como facilitar las operaciones de entrada y salida del autobús.
El consejero Rodrigo aprovechó la ocasión para agradecer el trabajo realizado no solo por los equipos de inspección, sino también por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que se encargan de la vigilancia del transporte por carretera.
Entre ellas, se destaca la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y las policías locales, cuya colaboración es esencial para el éxito de este tipo de controles.
Durante el año anterior, se llevaron a cabo 50 inspecciones que afectaron a 629 autobuses, lo que demuestra un compromiso continuo por parte de la administración madrileña hacia la seguridad de los jóvenes estudiantes.