La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, detalla un ambicioso Plan Regional contra las Drogas que introduce medidas preventivas para proteger a los jóvenes y regular el consumo de cannabis en la Comunidad de Madrid.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha revelado en una reciente conferencia la implementación de un completo Plan Regional contra las Drogas, el cual contará con cerca de 50 medidas diseñadas para abordar esta problemática desde diversas perspectivas.
Este programa se centra especialmente en la prevención entre los jóvenes y la regulación del consumo de productos relacionados con el cannabis, así como la intensificación de las inspecciones y la creación de nuevos servicios de atención y tratamiento para personas afectadas por adicciones.
Este plan, que involucra a las nueve consejerías del gobierno regional, categoriza sus acciones en torno a cuatro ejes fundamentales: la prevención y la información, la asistencia y atención, la reinserción y la vigilancia y monitorización.
Entre las propuestas más destacadas, se modificará la regulación actual contenida en la Ley sobre Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos, con el objetivo de reforzar la protección de los menores y adolescentes en relación al consumo de sustancias.
Una de las medidas más significativas de este Plan es la prohibición de la venta y suministro de derivados del cannabis a menores.
Para ello, los establecimientos deberán exigir la presentación de un documento oficial que valide la edad del comprador.
Además, las máquinas expendedoras que vendan estos productos deberán contar con un sistema de verificación de identidad, asegurando así que solo los mayores de edad puedan acceder a estos productos.
Adicionalmente, se impondrán restricciones a la publicidad y el patrocinio de dichos productos, prohibiéndolos a una distancia menor de 300 metros de las instituciones educativas.
Asimismo, la normativa enfatiza que se evitará asociar el consumo de cannabis a mejoras en el rendimiento o beneficios para la salud.
El Plan también contempla la activación de un servicio móvil que opere en espacios frecuentados por jóvenes, con el fin de educar y sensibilizar sobre los riesgos asociados al consumo de drogas.
En colaboración con entidades locales, se llevarán a cabo talleres y actividades de promoción de la salud.
Además, se lanzará una aplicación móvil dirigida a los jóvenes, que contará con un asistente virtual para informarles sobre los peligros del consumo y brindarles recursos para buscar ayuda si es necesario.
Desde el punto de vista educativo, este Plan fortalecerá las iniciativas en los colegios, incorporando formaciones específicas sobre drogodependencias para docentes y directores, y creando una Cátedra de Investigación y Desarrollo en unión con universidades de la región.
También se establecerán programas preventivos dirigidos a las nuevas tecnologías y se reforzará la figura del agente tutor en los centros educativos.
El Plan incluirá una red integral de atención y tratamiento en colaboración con centros de tratamiento de adicciones, así como la creación de nuevos centros de prevención y tratamiento de problemas de juego.
Asimismo, se desarrollarán programas de atención a colectivos vulnerables, como personas sin hogar, de quienes se estima que una importante proporción padece adicciones.
Para ello, se implementarán itinerarios personalizados de empleo, con el propósito de facilitar la reinserción laboral de individuos que hayan superado procesos de desintoxicación.
La Dirección General de Salud Pública de la comunidad está llevando a cabo desde junio una serie de inspecciones en establecimientos que venden productos derivados del cannabis, como parte de una estrategia más amplia de control y vigilancia.
A través de estas acciones, se han inmovilizado alrededor de 100 kilos de productos derivados del cannabis y casi 25,000 envases de bebidas que contenían extractos de dicha planta.
En resumen, el Plan Regional contra las Drogas impulsado por la Comunidad de Madrid busca reducir el consumo y prevenir las adicciones, poniendo especial énfasis en la protección de los jóvenes, a través de una serie de medidas coordinadas, educativas y preventivas.