Hoy, en el Día Mundial sin Alcohol, la Comunidad de Madrid recuerda a sus habitantes los peligros que acarrea el consumo desmedido de esta sustancia.

La fecha, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pretende sensibilizar a la población sobre los impactos negativos que puede tener el consumo de alcohol.

La Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid centra actualmente sus esfuerzos en estrategias preventivas, especialmente orientadas a jóvenes y menores de edad.

Para ello, implementa programas específicos en entornos escolares, familiares, laborales, comunitarios y de ocio, con el objetivo de modificar los factores de riesgo y fomentar los factores de protección.

Durante el año 2020, el Gobierno regional lanzó la campaña divulgativa 'Mejor Sin Alcohol'. A través de videos en la plataforma YouTube, se buscó concienciar a la población sobre los peligros asociados al consumo de alcohol, destacando el papel de la familia en la prevención del alcoholismo y subrayando que el alcohol también es una droga.

Asimismo, las consejerías de Sanidad y Educación han fortalecido su colaboración para capacitar a docentes y alumnos en la adopción de medidas de protección y promoción de hábitos saludables.

Un ejemplo notable es el programa integral de capacitación docente 'SaludaTuVida'.

Según el informe nacional EDADES correspondiente al año 2022, una encuesta domiciliaria sobre alcohol y drogas en España, el 93,2% de la población de entre 15 y 64 años declara haber consumido bebidas alcohólicas en alguna ocasión.

Desde 2009, esta prevalencia ha superado constantemente el 90%.

En cuanto al grupo juvenil, la última Encuesta de Enseñanzas Secundarias, ESTUDES 2021, también a nivel nacional, revela que el alcohol sigue siendo la sustancia más consumida en la región de Madrid entre los jóvenes de 14 a 18 años.

El 72% de ellos ha consumido alcohol en alguna ocasión, el 68,4% en los últimos 12 meses y el 50,5% en los últimos 30 días.

A nivel global, se estima que el consumo nocivo de alcohol, que se ubica en el tercer lugar entre los principales factores de riesgo para la salud, provoca más de 3 millones de muertes al año, muchas de ellas en edades tempranas.

Además, está asociado a más de 200 enfermedades, como enfermedades hepáticas, cardiovasculares y neuropsiquiátricas.

En el caso de las mujeres embarazadas, el consumo de alcohol puede causar daños graves al feto.

Por tanto, la Dirección General de Salud Pública enfatiza que no existe un nivel de consumo seguro y que la abstinencia es la única medida efectiva para evitar los efectos perjudiciales del alcohol.

Según la evidencia científica actual, ningún profesional de la salud o institución debería recomendar su uso en ninguna circunstancia.