La Comunidad de Madrid ha logrado la firma de casi 400 contratos laborales para jóvenes infractores que cumplen medidas judiciales en los centros de la ARRMI.

La Comunidad de Madrid ha conseguido un importante avance en la reinserción de jóvenes infractores.

Según el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, cerca de 400 jóvenes han podido formalizar contratos laborales gracias a los programas de educación y formación que ofrecen los centros gestionados por la Agencia para la Reeducación y la Reinserción de Menores Infractores (ARRMI).

La visita del consejero a las instalaciones de El Madroño ha permitido conocer de cerca el trabajo de trece jóvenes que reciben programas de educación en valores y adquieren las habilidades necesarias para iniciar una nueva vida una vez finalizada su estancia en el centro.

García Martín ha destacado el reconocimiento que tiene la Agencia a nivel nacional e internacional, siendo un referente para otras delegaciones de distintos países que han mostrado interés en su modelo de funcionamiento.

Uno de los principales objetivos de la ARRMI es evitar que los jóvenes reincidan en delitos una vez salen de los centros.

Según datos del consejero, el 90% de los jóvenes que han pasado por las instalaciones de la ARRMI no han vuelto a cometer delitos.

García Martín ha resaltado la importancia de individualizar el tratamiento para cada joven, así como la implicación de las familias en el proceso de reinserción.

Los centros de la ARRMI ofrecen una amplia variedad de talleres y programas de formación para preparar a los jóvenes para su futuro.

En El Madroño, por ejemplo, existen talleres de carpintería, jardinería, artesanía, costura, peluquería y ofimática.

Además, se lleva a cabo un programa de maternidad responsable que brinda a las menores y jóvenes madres las habilidades necesarias para cuidar de sus hijos.

La labor de la Agencia no solo se basa en la formación y educación de los jóvenes, sino también en el apoyo de profesionales como educadores, psicólogos, trabajadores sociales y auxiliares.

El objetivo final es que los jóvenes infractores puedan integrarse plenamente en la sociedad, tener oportunidades laborales y sentirse ciudadanos activos.

Con estas iniciativas, la Comunidad de Madrid busca brindar una segunda oportunidad a jóvenes infractores, fomentando su reinserción social y evitando que vuelvan a caer en el delito.