La Comunidad de Madrid lanza un programa para distribuir fruta y hortalizas a estudiantes de centros educativos en el primer semestre de 2025.

En Madrid, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha tomado la decisión de invertir 2 millones de euros para la distribución de frutas y hortalizas a más de 231.000 alumnos que asisten a aproximadamente 800 centros educativos durante el primer semestre de 2025. Esta acción forma parte del Programa Escolar sobre el Consumo de Frutas y Hortalizas de la Unión Europea, el cual es cofinanciado por la administración regional.

El enfoque del programa es proporcionar a los estudiantes una alimentación más saludable, incentivando el consumo de productos frescos y nutritivos.

En esta ocasión, se ha diseñado un plan de entrega que contempla que cada alumno reciba, al menos, dos suministros a la semana.

Ésta cantidad podría incrementarse a tres, dependiendo de la organización logística.

Cada una de estas entregas incluirá una variedad de frutas y hortalizas: cinco plátanos, cuatro mandarinas, cuatro manzanas, tres nectarinas, dos peras, un albaricoque, cuatro raciones de tomates cherry y una zanahoria, asegurando así una dieta equilibrada.

Esta es la octava ocasión en la que el Gobierno de la Comunidad de Madrid participa en este Programa escolar, orientado a alumnos de Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria (ESO). A lo largo de estos años, la iniciativa ha demostrado ser un éxito, no solo promoviendo hábitos alimenticios saludables entre los jóvenes, sino también fomentando la producción local y ecológica.

Además, el Consejo de Gobierno ha establecido procedimientos abiertos que incluyen una diversidad de criterios para que las empresas interesadas puedan optar a la contratación de este servicio.

Entre las condiciones exigidas, se encuentra el compromiso con el medio ambiente, requiriendo que los vehículos usados para el reparto tengan, al menos, la etiqueta ambiental B, junto a una preferencia por la producción ecológica de los alimentos.

Esto demuestra un compromiso con la sostenibilidad y el cuidado del entorno, alineándose con las directrices de la Unión Europea.

Los embalajes utilizados para la entrega de estos productos también deberán ser reciclables o biodegradables, un paso más hacia la reducción de residuos y la protección del ecosistema.

La inclusión de estas cláusulas refuerza la importancia que tiene la Comunidad de Madrid en ser un ejemplo de responsabilidad ambiental.

A lo largo de los años, el programa ha mostrado un crecimiento y adaptabilidad ante las necesidades cambiantes.

En un momento en que la educación alimentaria es más crucial que nunca, esta inversión y el enfoque en la salud de los jóvenes son un motivo de celebración.

Con la llegada de este año escolar, los estudiantes podrán disfrutar de los beneficios que trae consigo este proyecto, apoyando no solo su salud, sino también contribuyendo a la economía local.