Un incidente en Vang Vieng ha dejado a varios turistas muertos por supuesta intoxicación con vodka local, resaltando los riesgos del consumo de bebidas no reguladas.
En la popular localidad de Vang Vieng, un trágico incidente relacionado con el consumo de vodka local ha dejado una estela de duelo entre los turistas.
En las tiendas cercanas al Nana Backpacker Hostel, el vodka Tiger, conocido por ser de gran calidad, se vende a 2,50 € la botella.
Sin embargo, muchos visitantes que buscan opciones más económicas se ven atraídos por las botellas homemade, que pueden adquirirse por tan solo 0,60 €.
Esta vodka hecha en casa proviene de las aldeas cercanas y se comercializa en la mayoría de las tiendas locales, a menudo en botellas de plástico de agua.
Algunas contienen etiquetas, mientras que otras no.
Un propietario de tienda que vendía una bebida sin marca, de un color que recordaba al agua sucia, afirmó que contenía un 50% de alcohol, lo que representa un riesgo considerable para la salud de los consumidores.
El gerente del Nana Backpacker Hostel, Duong Duc Toan, compartió su experiencia al servir el vodka Tiger a sus huéspedes, enfatizando su propósito de hospitalidad.
Desafortunadamente, la noche del 11 de noviembre, este gesto se tornó sombrío, ya que más de una docena de turistas mostraron síntomas de intoxicación, lo que rápidamente se sospechó que podría deberse a la ingestión de metanol.
Bianca Jones y Holly Bowles, dos jóvenes turistas de Melbourne, perdieron la vida la semana pasada a la edad de 19 años debido a esta tragedia.
Otros turistas también se vieron afectados; la lista de fallecidos incluyó a James Hutson, un estadounidense de 57 años, y a dos jóvenes danesas, Anne-Sofie Orkild Coyman y Freja Vennervald Sorensen, de 20 y 21 años respectivamente, así como a la británica Simone White, de 28 años.
La escalofriante realidad de estos eventos llevó al gerente de mi hotel a advertirme en el momento del check-in sobre los peligros del alcohol local.
Para este entonces, se conocía la muerte de cuatro turistas, incluyendo a Bianca, lo que generó un clima de preocupación y alerta entre los visitantes.
Este episodio resalta no solo los riesgos asociados con el consumo de alcohol no regulado, sino también la necesidad de una mayor supervisión en la industria del turismo en lugares como Vang Vieng, que se han convertido en un referente para jóvenes de todo el mundo en busca de nuevas experiencias.
La región, conocida por su belleza natural y vida nocturna animada, corre el riesgo de ver empañada su imagen si no se toman las medidas adecuadas para proteger a los turistas.
Es fundamental que tanto el gobierno local como los propietarios de bares y restaurantes se comprometan a garantizar la seguridad de quienes visitan la zona.
Esto incluye garantizar que las bebidas servidas sean seguras y que se proporcione la información necesaria para que los turistas tomen decisiones conscientes sobre su consumo.
La tristeza provocada por estas muertes debe servir como un llamado a la acción para mejorar la regulación y el control de las bebidas alcohólicas en Vang Vieng y en otras áreas turísticas vulnerables.