El país insular de Tuvalu y Australia han firmado un tratado histórico que establece la evacuación ordenada de toda la nación amenazada por el cambio climático. Bajo este acuerdo, todos los tuvaluanos tendrán derecho a residencia permanente en Australia. Se espera que esta medida permita que una décima parte de la población de Tuvalu se reubique en Australia en los próximos cuatro años.
El microestado pacífico de Tuvalu se encuentra en la primera línea del cambio climático.
El primer ministro Kausea Natano declaró: 'Los mares cada vez más cálidos están empezando a tragarse nuestras tierras, centímetro a centímetro.
Así es como muere un atolón del Pacífico'. El mundo apenas sabía y apenas le importaba.
El ministro de Relaciones Exteriores de Tuvalu se dirigió a la conferencia climática de Glasgow de las Naciones Unidas desde un atril sumergido en agua marina hasta los muslos para llamar la atención: 'Nos estamos hundiendo'.
Eso fue hace dos años.
Llamó la atención, sin duda.
Pero no cambió nada.
En agosto, Tuvalu recurrió a Australia en busca de ayuda.
El viernes, los líderes de ambos países anunciaron el resultado: un tratado de tres partes.
Hace historia al establecer la evacuación ordenada de una nación entera amenazada por el cambio climático.
'Migración con dignidad' es la frase preferida en el Pacífico.
Todos los tuvaluanos tendrán derecho a la residencia permanente en Australia si se ratifica el tratado.
Es una población pequeña, aproximadamente 11,200 habitantes.
Y se realizará de manera cuidadosa y escalonada, con un límite inicial de solo 280 tuvaluanos al año, elegidos por sorteo y aceptados como inmigrantes permanentes.
Natano explicó que esto era importante para evitar una 'fuga de cerebros' de su país.
El número puede ser modificado por acuerdo mutuo en años futuros.
Dentro de una admisión anual de inmigración de más de 250,000 personas, este número es extraordinariamente pequeño para Australia.
Sin embargo, es transformador para Tuvalu.
Durante cuatro años, permitiría que una décima parte de la población se reubique en Australia.
'Tuvalu no tiene una fuerte conexión con ninguno de los grandes países metropolitanos, así que es un poco un huérfano', explica Stephen Howes, director del Centro de Políticas de Desarrollo de ANU. 'No tiene suficientes oportunidades de migración'. Este tratado busca resolver ambos problemas.
'Muestra que los países insulares del Pacífico son altamente vulnerables al cambio climático y que Australia tiene una responsabilidad especial como el primer respondedor en la región', explica Meg Keen, directora del Programa de Islas del Pacífico del Lowy Institute.
'Establece un mecanismo importante.
Es algo único que solo Australia y Nueva Zelanda pueden hacer'.