El gobierno de Estados Unidos ha acusado formalmente al expresidente Donald Trump de intentar subvertir las elecciones de 2020. Esta noticia marca un retorno a la realidad después de los siete años tumultuosos desde que Trump ganó su sorprendente victoria electoral en 2016.
En América del Norte, poco ha parecido estar en orden desde que Donald Trump ganó su improbable victoria electoral en 2016. La noticia de que el gobierno de Estados Unidos está acusando al ex presidente de intentar subvertir las elecciones de 2020 podría parecer en línea con el mundo a través del espejo en el que Trump nos llevó, alternando entre malevolencia y bufonería.
Pero de hecho, este paso nos devuelve a la realidad.
Trump, por supuesto, se presume inocente, pero ahora veremos cuáles son las pruebas en su contra.
Eso es normal y es un tributo al sistema estadounidense.
El hecho de que hayan pasado dos años y medio para llegar a este punto plantea problemas, pero eso es una discusión para otro momento.
Dicho esto, los 16 meses que quedan hasta las elecciones presidenciales serán una montaña rusa y el año 2024 promete ser el año político más extraño de nuestras vidas.
En primer lugar, las primarias presidenciales republicanas, en las que Trump es sin duda el favorito, serán surrealistas.
El grupo predecible de políticos de segunda categoría y de perfectos desconocidos narcisistas se ha manifestado.
Pero han sido, con la excepción del crítico abierto de Trump, Chris Christie, bastante cautelosos.
En una primaria normal, tus oponentes no dejarían de hablar sobre tus fracasos.
Una respuesta catastrófica a la pandemia.
Acercarse a Rusia, racistas y milicias.
Una administración completamente corrupta.
Dos juicios políticos.
No hacer nada mientras matones e indeseables intentaban asaltar el Capitolio de Estados Unidos.
Ser considerado responsable de agresión sexual a una mujer.
Acusaciones de violaciones criminales de campaña y luego retener documentos clasificados y obstruir la justicia.
Y sin embargo, nadie, aparte de Christie, menciona nada de esto.
La razón: realmente no están compitiendo contra Trump.
Solo esperan estar cerca de él en el momento en que pueda ser derribado.
Esa no es una elección normal.
Mientras tanto, cabe señalar que tanto Trump como su oponente, el presidente Joe Biden, son personas mayores.
Trump fue el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos, hasta que Biden lo sucedió. En aquel entonces, pensábamos que Ronald Reagan era demasiado mayor cuando asumió la presidencia a la edad madura de 69 años.
En el día de la inauguración de 2025, Trump tendrá 78 años (mayor que la edad de Reagan cuando dejó el cargo) y Biden tendrá 82 años.