El conocido activista británico de extrema derecha, Tommy Robinson, ha sido sentenciado a 18 meses tras ignorar una orden judicial en un caso de difamación

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Tommy Robinson, el activista británico más reconocido de la extrema derecha y opositor a la inmigración, ha sido sentenciado a 18 meses de prisión después de desobedecer una orden del tribunal al repetir afirmaciones falsas sobre un refugiado sirio adolescente que lo demandó por difamación.

En una audiencia reciente, Robinson admitió haber violado una orden del Tribunal Superior emitida en 2021, que le prohibía repetir las acusaciones difamatorias.

El juez Jeremy Johnson enfatizó en su decisión que "nadie está por encima de la ley", dejando claro que tales transgresiones no podían ser minimizadas.

"Las violaciones no fueron accidentales ni negligentes, sino que cada uno de los incumplimientos fue calculado, planeado y deliberado", manifestó el juez, subrayando la gravedad de las acciones de Robinson.

Robinson, cuyo verdadero nombre es Stephen Yaxley-Lennon, fue fundador de la English Defence League, un grupo nacionalista conocido por sus violentas protestas contra la comunidad musulmana en los años 2000 y 2010. Tras pasar varios meses en el extranjero, regresó a Reino Unido la semana pasada y se entregó a la policía en Kent antes de comparecer ante el tribunal en Woolwich, al sureste de Londres.

La sentencia de Robinson ha llegado justo dos días después de que miles de sus seguidores se manifestaran en Londres, en un evento que generó una respuesta también masiva por parte de sus opositores, aunque ambos eventos se desarrollaron mayormente en paz y bajo vigilancia policial.


Este episodio no es la primera vez que Robinson se ve en problemas jurídicos.

Anteriormente, había sido expulsado de Twitter en 2018 por violar las normas sobre conducta odiosa, y sus cuentas en Facebook e Instagram fueron suspendidas al año siguiente por romper repetidamente las reglas relativas al discurso de odio.

Este historial pone de relieve la creciente preocupación en Reino Unido sobre la influencia de los activistas de extrema derecha y su capacidad para incitar al odio y la violencia.

A pesar de que Robinson se había convertido en una figura marginal en la política británica, su presencia y la de apoyadores leales han resurgido de manera llamativa, alimentando el debate sobre la polarización de la sociedad británica y la necesidad de un enfoque más firme contra el extremismo.

Esta sentencia podría representar un nuevo capítulo en su tumultuosa carrera, así como un mensaje claro de la justicia británica respecto a la rendición de cuentas.

En un contexto más amplio, el caso de Robinson refleja tensiones sociales y políticas que han permeado en el Reino Unido, particularmente en torno a temas de inmigración y diversidad cultural, que han generado un clima de división en el país.

Los tribunales, en estos casos, juegan un papel fundamental, no solo en la imposición de la ley, sino en el mantenimiento de la cohesión social frente a tendencias extremistas.