Un potente terremoto ha golpeado Japón, generando preocupaciones por posibles tsunamis en diversas prefecturas.

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El jueves, un fuerte terremoto de magnitud 7.1 se sintió en la costa sur de Japón, específicamente en la isla de Kyushu, lo que provocó una alerta de tsunami en varias prefecturas de la región.

Según la Agencia Meteorológica de Japón, el temblor se registró a las 4:43 p.m.

hora local, con un epicentro situado a unos 30 kilómetros de profundidad frente a la costa oriental de la isla.

La ciudad de Nichinan y sus alrededores en la prefectura de Miyazaki fueron donde los efectos del sismo se sintieron con mayor intensidad, provocando que algunas puertas se abrieran y las ventanas se agrietaran.

La NHK, cadena de difusión japonesa, fue una de las primeras en informar sobre la situación y la posible amenaza de tsunami.

La agencia meteorológica también emitió advertencias para las prefecturas de Kochi, Ehime, Oita y Kagoshima, indicando que se esperaban olas de hasta un metro a lo largo de la costa.

Media hora después del sismo, se detectaron olas de tsunami de hasta 50 centímetros en algunos sectores de la costa sur de Kyushu y también en la isla cercana de Shikoku.

Debido a la cercanía y la profundidad del terremoto, las autoridades comenzaron a realizar evaluaciones para determinar si había habido heridos o daños significativos, aunque hasta el momento no se han reportado incidentes graves.


Yoshimasa Hayashi, secretario en jefe del gabinete, hizo un llamado a los ciudadanos de la zona afectada para que mantuvieran distancia de la costa, ya que se analizaban los posibles efectos del sismo en la famosa Fosa Nankai, un lugar conocido por ser la fuente de terremotos devastadores en el pasado.

Japón es un país que a menudo experimenta actividad sísmica debido a su ubicación en una de las zonas más geológicamente activas del mundo.

Históricamente, la nación ha enfrentado desastres significativos, incluyendo el gran terremoto de Kanto en 1923 y el devastador terremoto y tsunami de Tohoku en 2011. Estos eventos han llevado a un continuo desarrollo en los sistemas de alerta temprana y gestionados de crisis, que han mostrado su importancia ante este tipo de situaciones.

Con el tiempo, el país ha adoptado tecnologías avanzadas y protocolos estrictos para mitigar los efectos de los sismos, y resultados de evaluaciones de seguridad continúan siendo una prioridad inmediata para los funcionarios.

Las comunidades se preparan en constante vigilancia ante el peligro latente que representan estos fenómenos naturales.

El suceder del evento sísmico del jueves es un recordatorio sobre la resiliencia y los desafíos que enfrenta Japón en su historia sísmica.