En Singapur, la Policía ha detenido a un hombre australiano acusado de realizar amenazas de bomba en un vuelo de Singapur a Perth.

Kevin Francis Hawkins, de 30 años, habría informado al personal de la aerolínea de bajo costo Scoot en repetidas ocasiones que tenía una bomba a bordo, lo que provocó que el avión fuera escoltado de regreso a Singapur por aviones de combate.

En un comunicado, la Policía de Singapur ha informado que la amenaza resultó ser falsa, pero Hawkins fue acusado posteriormente en virtud de las medidas antiterroristas.

Según documentos judiciales citados por medios locales, Hawkins está bajo custodia en el Instituto de Salud Mental de Singapur.

El delito de realizar una amenaza falsa, si se demuestra, conlleva una pena máxima de 10 años de prisión y una multa de hasta 500.000 SGD (580.000 euros), según la Policía.

Aunque el presunto incidente ocurrió fuera del espacio aéreo de Singapur, según la legislación del país, un infractor puede ser sometido al código penal local debido a que tuvo lugar en una aeronave controlada por Singapur.

La Policía de Singapur recibió la alerta sobre la situación a bordo del vuelo TR16 aproximadamente 40 minutos después de despegar del Aeropuerto Changi el jueves por la tarde con destino a Perth.

El vuelo operado por Scoot, la aerolínea de bajo costo de Singapore Airlines, sufrió un retraso de ocho horas.

Según documentos judiciales citados por el periódico Straits Times de Singapur, Hawkins le habría dicho a un miembro de la tripulación "Tengo una bomba" y habría utilizado la palabra "bomba" en varias ocasiones con otro asistente de vuelo.

Como resultado, dos aviones F-15SG de la Fuerza Aérea de Singapur escoltaron de vuelta al Boeing 787 Dreamliner.