El mogul de la música, Sean Combs, se enfrenta a acusaciones de obstrucción en su caso de tráfico sexual mientras está encarcelado en Brooklyn.
En Nueva York, el mogul de la música Sean Combs, conocido como Diddy, está envuelto en serias complicaciones legales tras ser acusado de intentar obstruir un caso federal de crimen organizado y tráfico sexual que lo involucra.
Según documentos de la corte, se alega que Combs, quien se encuentra en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Brooklyn, ha estado intentando evadir la supervisión del gobierno utilizando llamadas telefónicas en tres vías y el aprovechamiento de los privilegios telefónicos de otros internos.
Estas nuevas acusaciones surgen a tan solo una semana de otra audiencia que decidirá si se le concede la libertad bajo fianza.
Desde septiembre de este año, Combs ha permanecido en el MDC, donde suele ser asignado a una unidad que alberga a prisioneros de alto perfil.
Los fiscales han afirmado en documentos judiciales que Combs ha llevado a cabo "esfuerzos incansables" para contactar a posibles testigos, lo que incluye intentos de usar llamadas en tres vías para comunicarse con asociados considerados parte de su "empresa criminal". Además, se le acusa de realizar llamadas no autorizadas utilizando las cuentas telefónicas de al menos ocho internos, indicando a otros que les pagaran –en ocasiones a través de sus cuentas de la tienda interna– para asegurar su cooperación.
"El acusado ha demostrado una asombrosa habilidad para hacer que otros cumplan sus demandas –ya sean empleados, familiares o internos del MDC–", destacaron los fiscales en sus argumentos.
Aunque los detalles específicos sobre los destinatarios y el contenido de las llamadas fueron redactados en los documentos judiciales, las comunicaciones realizadas con los privilegios de otros internos fueron consideradas como evidencia del desprecio de Combs por las regulaciones de la prisión y parte de lo que los fiscales han descrito como esfuerzos de obstrucción.
Escándalo: Sean "Diddy" Combs ataca a Cassie en un hotel de Los Ángeles
El video de seguridad parece mostrar a Sean "Diddy" Combs atacando a la cantante Cassie en un pasillo de un hotel de Los Ángeles en 2016, en medio de una serie de acusaciones públicas de violencia física y sexual por parte del magnate del hip-hop.Por su parte, los representantes legales de Combs no han respondido de inmediato a estas acusaciones sobre su capacidad de comunicación.
El artista ha declarado no culpable y ha negado de manera rotunda los cargos criminales, sosteniendo que los encuentros sexuales relacionados con su caso, denominados "freak-offs", eran consensuados.
Sus abogados han argumentado que, si se le concede la libertad bajo fianza, su cliente estaría sujeto a condiciones extremadamente restrictivas, sin acceso a teléfono o internet, cumpliendo con limitaciones sobre a quién puede contactar.
El paquete de fianza propuesto incluiría un bono de 50 millones de dólares estadounidenses (aproximadamente 46 millones de euros) y un equipo de personal de seguridad privada para monitorear a Combs en todo momento, garantizando así al tribunal que no intervendría en más obstrucciones.
El juez que anteriormente negó la fianza a Combs, argumentando que representaba un peligro de manipulación de testigos y un riesgo de seguridad para otros, se ha recusado desde entonces debido a una relación profesional y social con un nuevo abogado de la defensa.
Combs ha renovado sus esfuerzos para obtener la libertad bajo el nuevo juez, argumentando que las acusaciones del gobierno sobre manipulación de testigos carecen de evidencias sólidas.