Un nuevo informe revela que Yevgeny Prigozhin, jefe de los mercenarios de Wagner, murió en un atentado orquestado por el aliado más antiguo de Vladimir Putin. La operación fue supervisada personalmente por Nikolai Patrushev, ex oficial de la KGB y poderoso jefe del consejo de seguridad de Rusia.
Según el Wall Street Journal, fuentes de inteligencia occidentales y un ex oficial de inteligencia ruso, revelan que el avión en el que viajaba Yevgeny Prigozhin fue derribado por una bomba colocada debajo de su ala.
Nikolai Patrushev, antiguo oficial de la KGB y poderoso jefe del consejo de seguridad de Rusia, supervisó personalmente la planificación de la operación.
El trágico accidente ocurrió el 23 de agosto en la región de Tver, Rusia.
Prigozhin, quien lideró una rebelión armada contra el liderazgo militar de Moscú en junio, murió en el evento, representando la mayor amenaza al gobierno de Putin en dos décadas.
Anteriormente, el Kremlin había rechazado rotundamente la idea de que Putin hubiera ordenado el asesinato como venganza por la breve revuelta.
Según Putin, la aeronave de Prigozhin fue destruida cuando una granada de mano se detonó accidentalmente a bordo, mientras él o sus compañeros posiblemente estaban bajo los efectos del alcohol o la cocaína.
Sin embargo, ahora se revela que una pequeña bomba fue colocada debajo del ala del avión Embraer Legacy 600, mientras Prigozhin y otras nueve personas esperaban en la pista de un aeropuerto de Moscú para realizar una revisión previa al vuelo hacia San Petersburgo.
Nadie dentro de la cabina parece haber notado el dispositivo mientras esperaban para despegar.
La aeronave ascendió durante unos 30 minutos, alcanzando los 28.000 pies, antes de que la bomba fuera detonada y el avión se estrellara contra el suelo.