El Primer Ministro Australiano, Anthony Albanese, realizará una visita oficial a China, con el objetivo de fortalecer las relaciones bilaterales entre ambos países.

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En un día de finales de verano en la Embajada China en Canberra, el embajador chino Xiao Qian organizó un evento para honrar a un oficial de la policía australiana que perdió la vida al intentar rescatar a un estudiante chino en las Montañas Azules.

Durante este evento, Xiao aprovechó la oportunidad para enviar un mensaje al gobierno australiano que llevaba más de dos años sin escuchar: "China está dispuesta a trabajar junto a Australia para llegar a un punto medio."

Más de 18 meses después de que Xiao fuera enviado por Beijing para intentar restaurar una relación que había sufrido golpes comerciales, congelaciones diplomáticas y disputas sobre derechos humanos y seguridad nacional, Anthony Albanese llegará a China este sábado para la primera visita oficial de un primer ministro australiano en seis años.

Durante este periodo, ha habido un cambio de gobierno en Canberra, la liberación de la periodista australiana Cheng Lei tras un largo periodo de detención arbitraria y un alivio de 20 mil millones de dólares en las disputas comerciales.


El gobierno laborista también ha cedido terreno, permitiendo recientemente a la empresa china Landbridge mantener su contrato de arrendamiento sobre el Puerto de Darwin.

Además, se ha resistido a imponer sanciones Magnitsky a funcionarios chinos por abusos a los derechos humanos en Xinjiang y Hong Kong.

En Beijing, Albanese se reunirá con el primer ministro de China, Li Qiang, y el presidente chino, Xi Jinping, en la Gran Sala del Pueblo.

Esta reunión representa el más alto nivel que se puede otorgar a un primer ministro australiano, pero aunque ambas partes alivian en el camino hacia un punto medio, aún no han llegado a él.