Familias de rehenes y sus seguidores marchan desde el sur de Israel a Jerusalén para demandar la liberación de sus seres queridos, mientras negociaciones se llevan a cabo en Qatar para lograr un acuerdo que incluya un alto el fuego a cambio de liberar rehenes.

En Medio Oriente, Familiares de rehenes marchan hacia Jerusalén para exigir su liberación.

La marcha de cuatro días comenzó en el sur de Israel y tiene como objetivo presionar por la libertad de sus seres queridos retenidos en Gaza.

Los negociadores de Estados Unidos, Egipto y Qatar están trabajando en París en un acuerdo marco en el que Hamas liberaría a algunos de los rehenes a cambio de la liberación de prisioneros palestinos y un alto el fuego de seis semanas.

Durante la pausa temporal, se continuarían las negociaciones para la liberación de los rehenes restantes.

En el ataque de octubre 7 en el sur de Israel, Hamas secuestró aproximadamente 250 personas, según las autoridades israelíes, incluyendo hombres, mujeres y niños.

Unos 100 fueron liberados aproximadamente 50 días después.

Alrededor de 130 rehenes siguen en cautiverio, y Israel informa que aproximadamente una cuarta parte de ellos han fallecido.

La posterior bombardeo israelí en la Franja de Gaza ha desencadenado una catástrofe humanitaria y ha generado preocupación a nivel global sobre la situación en Rafah, la ciudad más al sur de Gaza a lo largo de la frontera con Egipto, donde 1.4 millones de palestinos han buscado refugio de los bombardeos diarios de Israel.

Israel ha indicado que Rafah es el próximo objetivo.

La liberación de rehenes en un acuerdo de finales de noviembre, algunos de los cuales aún tienen familiares en Gaza, se unieron a la marcha, que concluirá cerca de la residencia oficial del Primer Ministro Benjamin Netanyahu en el fin de semana.

La popularidad de Netanyahu ha descendido debido a las fallas militares e de inteligencia que permitieron la incursión de Hamas, pero cuenta con una fuerte mayoría parlamentaria y las próximas elecciones no están programadas hasta 2026.

Sin embargo, la difícil situación de los rehenes ha conmocionado profundamente a los israelíes, quienes los ven como un símbolo perdurable de la falla del estado en proteger a sus ciudadanos del ataque de Hamas.