La hostilidad hacia los refugiados rohingyas en Indonesia se ha incrementado después de que estudiantes indonesios irrumpieran en un centro de refugiados exigiendo su deportación. Aunque Indonesia ha sido un destino para esta minoría étnica perseguida, la llegada de más de 1500 rohingyas ha generado tensiones en el país. A pesar de que el gobierno indonesio ha ofrecido refugio temporal, la población local se ha manifestado en contra de su presencia, lo que dificulta encontrar sitios adecuados para su alojamiento. La situación se ha vuelto un ciclo vicioso, donde se identifican lugares para los refugiados, pero son abandonados debido a las protestas locales.

Después de que un grupo de estudiantes indonesios irrumpiera en un centro de refugiados en Banda Aceh, Indonesia, gritando 'expulsarlos', la hostilidad hacia los refugiados rohingyas en este país se ha incrementado.

Indonesia, la nación musulmana más grande del sudeste asiático, ha sido un destino preferido para esta minoría étnica perseguida proveniente de Myanmar, ya que los países vecinos los rechazan.

Sin embargo, a medida que más de 1500 rohingyas han llegado a las costas de Aceh desde noviembre, huyendo de la violencia y las condiciones precarias en su campamento de refugiados en Cox's Bazar, Bangladesh, la bienvenida ha sido menos cálida.

El 28 de diciembre, un día después de que los estudiantes universitarios irrumpieran en el centro de refugiados improvisado en Aceh, la Marina indonesia rechazó un barco que llevaba solicitantes de asilo rohingyas en sus aguas.

A pesar de que Jakarta ha dicho que seguirá brindando refugio temporal, la creciente hostilidad hacia su presencia en una de las provincias más pobres del país ha sido otro golpe para esta población no deseada.

'Podría decir que después del ataque de la turba el 27 de diciembre las cosas se han calmado, pero por supuesto, los problemas persisten', dice Ann Mayman, representante de la agencia de refugiados de las Naciones Unidas, ACNUR, en Indonesia.

'Tenemos nueve sitios diferentes [para los refugiados], pero siete de ellos no son adecuados y los otros dos están superpoblados.

Lo que necesitamos urgentemente son unos pocos sitios más que estabilicen aún más la situación.

Pero cada vez que se identifica un sitio, surgen protestas locales y el plan se abandona.

Es un ciclo vicioso.'