Las redes sociales se han convertido en la principal fuente de noticias para los jóvenes

En un mundo donde las crisis geopolíticas continúan desarrollándose a lo largo del globo, los usuarios de las redes sociales se enfrentan a una difícil elección cuando actualizan sus feeds de noticias y consideran publicar contenido personal.

Por un lado, estar informado sobre los eventos actuales que afectan a las comunidades, naciones y al mundo es una responsabilidad cívica para cada miembro de una sociedad democrática.

Por otro lado, existen preocupaciones válidas sobre si las redes sociales son el lugar adecuado para recibir este tipo de información.

Según la Universidad de Oxford y Reuters, más del 70 por ciento de los australianos ahora acceden y consumen sus noticias en línea.

Plataformas de redes sociales como Instagram, Facebook, YouTube, X y TikTok son ahora la principal fuente de noticias para aquellos menores de 45 años.

Esta desconexión de las fuentes de medios tradicionales es aún mayor entre los jóvenes australianos.

En 2023, el 32 por ciento de la población adulta australiana accedió a sus noticias a través de Facebook, el 23 por ciento a través de YouTube, el 14 por ciento a través de Instagram y el 12 por ciento a través de X. Además de los medios de comunicación que comparten contenido en estas plataformas, también existe una amplia variedad de contenido generado por el usuario a modo de noticias, como testimonios de testigos o videos de punto de vista, así como memes que proporcionan comentarios culturales sobre eventos actuales.

Estos cambios en los patrones de consumo, cómo y dónde accedemos a las noticias, el formato que toman y las edades en las que comenzamos a interactuar con ellas, significa que, ya sea de manera deliberada o accidental, estar expuesto a contenido relacionado con la guerra en las redes sociales es ahora casi inevitable.

Como la mayor parte de nuestra vida diaria ahora ocurre en línea de una forma u otra, las redes sociales son el lugar donde se comparte este tipo de información.

Entonces, ¿cómo se puede estar informado en un ciclo de noticias aparentemente interminable de violencia y devastación sin caer en desinformación y en intentos deliberados de manipular la opinión pública?

Cuando estamos en línea, existe un deseo legítimo de proteger nuestro bienestar cuando se trata de contenido violento o perturbador.

Caminar por esta delgada línea se ha vuelto particularmente desafiante a la luz de las imágenes devastadoras que han surgido diariamente desde el comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamas.

Si bien las plataformas de redes sociales solían ser lugares exclusivamente para contenido ligero y de buen ambiente, con el tiempo han evolucionado para convertirse en espacios para contar historias y para el activismo, lo que hace que el sufrimiento a distancia sea visible para los demás y brinda la oportunidad no solo de observar, sino también de responder.