El presidente Biden enfrenta crecientes presiones internas mientras lidia con su recuperacón de COVID-19 y una campaña orquestada para que se retire de la carrera presidencial.
Washington: Aislado en su casa de playa en Delaware y recuperándose de COVID-19, el presidente Joe Biden ha expresado su frustración hacia lo que considera una campaña coordinada para forzar su salida de la carrera presidencial.
Desde hace días, ha acumulado resentimiento hacia algunas figuras que antes consideraba aliadas cercanas, incluyendo a su antiguo compañero de fórmula, Barack Obama.
Biden cuenta con suficiente experiencia política para concluir que las filtraciones recientes en los medios parecen ser parte de una estrategia organizada con el fin de aumentar la presión sobre él para que se retire.
Según personas cercanas a Biden, para él, la ex presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, sería la principal instigadora de esta trama, aunque también siente desagrado hacia Obama, a quien considera un manipulador tras bambalinas.
Tras dar positivo en COVID-19, el presidente Biden fue visto abordando el Air Force One para salir de Las Vegas.
La discordia entre el actual presidente y líderes de su propio partido tan cerca de las elecciones es un fenómeno inédito en Washington en generaciones, sobre todo porque los demócratas que ahora parecen trabajar para desplazarlo son aquellos que han sido cruciales para su éxito en los últimos doce años.
Obama fue quien llevó a Biden desde la marginalidad de la política presidencial hasta la vicepresidencia, estableciendo las bases para que Biden ganara la Casa Blanca en 2020. Además, fue Pelosi junto con el senador Chuck Schumer, líder demócrata del Senado, quienes impulsaron las significativas reformas legislativas de Biden.
Varios asociados a Biden, que prefirieron no ser identificados para discutir asuntos internos, han descrito al presidente como una figura debilitada y enferma, luchando contra la enfermedad mientras su presidencia se enfrenta a uno de sus momentos más críticos.
Ha observado, con gran frustración, cómo surgían noticias consecutivas en los medios que informaban sobre advertencias de Schumer, Pelosi, Obama y Hakeem Jeffries, líder de los demócratas en la Cámara, todos pronosticando una derrota devastadora para el partido en las próximas elecciones de noviembre.
El ex presidente Obama ha sido una figura ausente en el apoyo a Biden en tiempos recientes, algo que no ha pasado desapercibido para el actual presidente, quien, sin embargo, ha mostrado gratitud por los esfuerzos de recaudación de fondos de Bill Clinton.
La relación previa de Biden y Obama ha añadido un dramatismo a la situación actual, dada la cercana colaboración que tuvieron durante ocho años.
Aunque Biden y su equipo insisten en que el presidente planea continuar en la carrera, en privado, mencionan que el mandatario se muestra cada vez más consciente de que tal vez no lo logre, y ya hay conversaciones entre sus allegados sobre fechas y lugares para un posible anuncio donde podría revelar su decisión de retirarse.