En el más reciente debate presidencial entre Donald Trump y Joe Biden, se vio claramente que este fue un fracaso rotundo para el actual presidente.

Trump logró confundir a Biden en todas las oportunidades, desde temas como la inflación hasta la inmigración, pasando por la posición de Estados Unidos en el mundo.

A pesar de que Trump mintió constantemente, lo cierto es que logró presionar los botones políticos más sensibles para asegurarse la victoria en las elecciones de noviembre.

Si la elección se hubiera llevado a cabo antes de ese debate, Trump habría salido triunfante.

La ventaja de Trump sobre Biden en temas como la economía, la inflación, la inmigración y el crimen era significativa, lo cual ponía a Biden en una posición comprometida.

Necesitaba un triunfo contundente para cambiar la trayectoria de la carrera electoral.

Debía demostrar liderazgo, claridad mental y un rumbo firme para el futuro del país, mientras destacaba la falta de aptitud de Trump para el cargo debido a su historial como convicto y sus posturas extremas y alejadas del mainstream de Estados Unidos.

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Donald Trump ha pasado a la historia al convertirse en el primer presidente estadounidense en tomar una foto de ficha policial. Esta imagen simboliza su responsabilidad legal y su desafío ante la ley.

En el debate, Biden lucía viejo y débil, en marcado contraste con la energía de Trump.

En un momento clave, Biden se quedó paralizado al intentar responder sobre impuestos y salud, mientras Trump aprovechaba para desacreditarlo.

A lo largo del debate, se vio una clara ventaja visual y discursiva a favor de Trump.

Biden se veía pálido y estático en contraposición a la actitud dinámica de Trump.

A pesar de algunos intentos por recuperarse, los insultos de Trump hacia los veteranos, su postura respecto a la OTAN y su crueldad sobre el tema del aborto, marcaron un descenso continuo para Biden.

Este debate se convirtió en un referéndum sobre la figura de Biden, dejando en evidencia sus debilidades y la falta de un contraste claro con Trump.

La estrategia del Candidato Republicano logró minar la imagen de Biden y exponerlo como un candidato sin las cualidades necesarias para ocupar la presidencia.

Esto puede tener un impacto significativo en el resultado de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.