El año 2024, conocido como el "año de la democracia", concluye de manera sorprendente, llevando a los analistas a recordar épocas pasadas de cambios históricos.

La velocidad con la que se desarrolla la política mundial y los eventos que parecen cambiar el rumbo de la historia rápidamente evocan la atmósfera de 1989, cuando el muro de Berlín cayó y el mundo se vio envuelto en una ola de transformación.

En este mes, una serie de eventos impactantes ha sacudido diversas naciones, comenzando desde Siria.

En Siria, un régimen que ha perdurado por más de 50 años bajo el control de la familia Assad ha llegado a su fin de forma repentina. Después de 13 años de una guerra civil que permanecía en gran medida fuera de los titulares, los rebeldes opositores al gobierno dieron un golpe decisivo en cuestión de días, logrando tomar Aleppo, la segunda ciudad del país, antes de avanzar rápidamente hacia la captura de Damasco, la capital.

Bashar al-Assad, conocido por su brutalidad, se vio compelido a buscar refugio en los brazos de su aliado, Vladimir Putin. Aunque este derrocamiento de Assad podría interpretarse como una victoria para la libertad, es importante señalar que la facción que ha desempeñado un papel crucial en su caída pertenece al grupo yihadista Hay’at Tahrir al-Sham, lo que complica la narrativa de un triunfo absoluto de los valores democráticos.

En una vuelta sorpresiva a los tiempos oscuros, Corea del Sur fue testigo de un intento de golpe de estado por parte del presidente Yoon Suk Yeol, el cual incluyó la mobilización de helicópteros militares sobre la Asamblea Nacional en Seúl.

Este país, conocido hoy por su vibrante cultura del K-pop y su influyente industria cinematográfica, reverberó ecos de la dictadura militar que había sufrido en la década de 1980.

Donald Trump se convierte en el primer presidente de los Estados Unidos en tener una foto de ficha policial

Donald Trump ha pasado a la historia al convertirse en el primer presidente estadounidense en tomar una foto de ficha policial. Esta imagen simboliza su responsabilidad legal y su desafío ante la ley.

Por otro lado, los acontecimientos en Francia dejaron a muchos expectantes. Mientras la emblemática catedral de Notre Dame reabría sus puertas tras el incendio de 2019, el parlamento francés estaba sumido en el caos. Por primera vez desde 1962, los miembros del parlamento aprobaron una moción de censura, convirtiendo a Michel Barnier en el primer ministro con el mandato más corto en la historia de la Quinta República.

Este hecho nos trae a la mente la célebre frase de Charles de Gaulle: “¿Cómo se puede gobernar un país que tiene 246 variedades de queso?”

En medio de estas turbulencias, el presidente Emmanuel Macron sorprendió al invitar a Donald Trump a las ceremonias de reapertura de Notre Dame, encapsulando la sensación de locura reinante en el mundo.

Mientras tanto, en Washington, Joe Biden utilizó sus poderes de perdón para conceder clemencia a su hijo, Hunter, lo que muchos consideran un uso cuestionable de la autoridad presidencial.

Además, en Nueva York, la situación se volvió aún más sombría con el asesinato de Brian Thompson, el CEO de United Healthcare, cuyo asesino se ha convertido en una figura de culto.

Las balas que utilizaron fueron marcadas con palabras que evocan la codicia corporativa en el sector de la salud, resonando en la mente de muchos como un Robin Hood contemporáneo.

Estos eventos reflejan un mundo en constante cambio, donde las viejas dinámicas políticas continúan siendo desafiadas y reconfiguradas. A medida que el 2024 se acerca a su fin, los ecos de estos acontecimientos seguirán reverberando en el futuro cercano.