El Foro de las Islas del Pacífico ha decidido omitir referencias a Taiwán en su comunicado, en medio del creciente interés de China en la región.

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El Foro de las Islas del Pacífico, un organismo compuesto en su mayoría por naciones isleñas polinesias y melanésicas, ha llevado a cabo un cambio significativo en su reciente comunicado, lo que demuestra el poder de influencia de China en la región.

Este organismo, que incluye a Australia y Nueva Zelanda entre sus miembros, se ha alineado con la política de 'una sola China', lo que ha llevado a la eliminación de cualquier referencia a Taiwán en el documento oficial que siguió a su reunión anual celebrada en Tonga.

El Primer Ministro australiano, Anthony Albanese, estuvo presente en esta reunión de líderes.

A pesar de que el comunicado inicial mencionaba a Taiwán, describiéndolo como 'República de China' y reafirmando una decisión tomada en 1992 sobre las relaciones con la isla, este texto fue retirado rápidamente tras la queja del enviado especial de China a las Islas del Pacífico, Qian Bo.

Bo aseguró que la mención a Taiwán era un error y, unas horas más tarde, el antiguo comunicado fue reemplazado por uno nuevo que omitía cualquier referencia a la isla.

Este cambio se produce en un contexto de creciente influencia china en el Pacífico, donde los lazos diplomáticos de Taiwán han sido sistemáticamente erosionados.

Desde 1993, Taiwán ha sido un socio en el desarrollo del Foro, pero ha ido perdiendo aliados a medida que China ha intensificado sus ofertas de financiación.

Recientemente, Nauru cambió su lealtad a Beijing, así como las Islas Salomón y Kiribati, que ahora albergan fuerzas policiales chinas.

La creciente presencia china en la región ha generado preocupaciones en Canberra, donde se ha advertido sobre el potencial de un conflicto con Beijing en un futuro cercano.


Un panel de expertos incluso calificó a China como la mayor amenaza a la seguridad de Australia, lo que ha llevado a un cambio en la política externa del país.

Este cambio incluye la priorización de la diplomacia en el Pacífico, un área que anteriormente había sido considerada de menor importancia.

Históricamente, Australia ha disfrutado de relaciones estrechas con las naciones del Pacífico.

Sin embargo, la inacción de los gobiernos de coalición, junto con acusaciones de corrupción en su programa de detención offshore, han dañado su reputación como una influencia confiable en la región.

La firma de un acuerdo de seguridad entre China y las Islas Salomón en vísperas de las elecciones federales de Australia sirvió de llamado a la acción.

Desde entonces, el gobierno de Albanese ha tomado medidas significativas, como el acuerdo pionero sobre refugiados climáticos con Tuvalu.

Durante la misma reunión, Australia ofreció $400 millones (aproximadamente 373 millones de euros) para financiar la Iniciativa de Policía del Pacífico, orientada a establecer un centro de formación en Brisbane.

Sin embargo, el reciente episodio demuestra el delicado equilibrio que Australia debe mantener a medida que busca reparar sus relaciones en el Pacífico frente a la creciente expansión geopolítica de China.

Este caso pone de manifiesto que las tensiones en la región continúan en aumento, lo que requerirá de una atención constante y de políticas eficaces por parte de Canberra.