Keiko Fujimori, líder de Fuerza Popular, confirma su regreso a la contienda electoral peruana en 2026, en un contexto de inestabilidad y crisis política que mantiene al país en tensión constante.
Este anuncio se produce en un contexto marcado por una profunda inestabilidad #política y social, donde los peruanos tendrán que elegir a su noveno mandatario en una década, reflejo de los problemas estructurales que aquejan al país.
La hija del expresidente Alberto Fujimori, quien gobernó #Perú entre 1990 y 2000, ha presentado oficialmente su candidatura para la primera vuelta que se realizará en abril de 2026.
En su equipo de campaña, ha contado con figuras como Luis Galarreta y Miguel Torres, quienes ocupan cargos de relevancia en su partido y son considerados referentes en la política peruana.
Fujimori vuelve a la contienda en un momento en que la política peruana atraviesa una grave crisis de credibilidad. La clase dirigente, acostumbrada a cambios abruptos y a enfrentarse a procesos judiciales y condenas, como fue el caso de Fujimori, quien pasó un tiempo en prisión por supuesta financiación ilegal de campañas electorales, enfrenta una caída en la confianza pública.
La 'eterna candidata' ha prometido ofrecer una alternativa basada en un plan de gobierno que, según supuestamente, heredaría las políticas de mano dura implementadas por su padre durante su mandato.
En las encuestas recientes, Fujimori no lidera las preferencias electorales. Los datos indican que ningún candidato supera el 10% de intención de voto, mientras que aproximadamente el 30% de los peruanos prefieren votar en blanco o abstenerse, lo que evidencia una profunda desafección hacia los protagonistas tradicionales de la política.
Entre los postulantes a la presidencia, la exalcaldesa de Lima Rafael López Aliaga, Mario Vizcarra, hermano del expresidente Martín Vizcarra, y el humorista Carlos Álvarez, se encuentran en la lista de pre-candidatos.
Sin embargo, ninguno de ellos ha logrado captar la confianza suficiente del electorado.
Fujimori ha prometido aplicar una política de 'mano dura' para reducir los niveles de violencia y delincuencia
Fujimori ha prometido aplicar una política de 'mano dura' para reducir los niveles de violencia y delincuencia, que en los últimos años han escalado peligrosamente.
Aunque aún no ha presentado su plan de gobierno, se espera que en diciembre lo haga público, prometiendo medidas estrictas que busquen restablecer el orden en un país que ha sufrido múltiples crisis sociales y políticas.
La candidata también enfrenta el reto de limpiar su imagen y la de su partido, que en los últimos años ha sido asociado con la corrupción y con apoyos a la entonces presidenta Dina Boluarte, quien ha enfrentado numerosas protestas y disturbios en el país.
La inseguridad ciudadana, que en algunos momentos ha sido calificada como una de las más graves en la historia reciente del país, sigue siendo uno de los principales temas en la agenda electoral.
Históricamente, la política peruana ha estado marcada por una alta rotación de líderes y una profunda desconfianza en las instituciones. Desde la década del 2000, Perú ha vivido una serie de crisis políticas que han incluido varios presidentes destituidos, acusados o en prisión. La situación actual, con una economía que, aunque resistente, presenta altas tasas de desigualdad y pobreza, requiere de soluciones duraderas y de consenso.
Pese a sus fracasos en las elecciones anteriores, Fujimori ha logrado controlar el Congreso peruano durante años, manteniendo una presencia política que, aunque polarizante, ha logrado influir en la dirección del país.
Sus rivales en las últimas campañas, como Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, también han enfrentado procesos legales, lo que añade un peso adicional a la incertidumbre electoral.
No te pierdas el siguiente vídeo de jorge del castillo opina sobre keiko fujimori y carlos Álvarez ...
