Un participante del reality show 'Race to Survive: Nueva Zelanda' se enfrenta a críticas tras matar y comer un ave de una especie protegida durante la filmación.
El reality show 'Race to Survive: Nueva Zelanda' ha sido objeto de controversia y críticas después de que un concursante decidiera cazar y consumir un ave de una especie protegida durante la grabación de la serie el pasado octubre.
Nueve equipos compiten en este desafío, atravesando los terrenos más difíciles de Nueva Zelanda, donde además de las pruebas físicas, deben buscar su propia comida.
Este enfoque ha traído consigo varios retos, entre ellos la necesidad de sobrevivir con lo que la naturaleza ofrece.
Sin embargo, lo que parecía una emocionante experiencia de supervivencia ha tomado un giro inesperado con este incidente.
El ave en cuestión es el weka, un pájaro no volador que es endémico de Nueva Zelanda y está catalogado como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Esta especie suele ser vista en campamentos y áreas de picnic, donde a veces roba alimentos y pequeños objetos.
La caza de aves protegidas no solo plantea serias preocupaciones éticas, sino que también infringe la legislación de conservación del país.
Los productores del programa se han visto obligados a emitir advertencias tras el incidente, subrayando la importancia de respetar las leyes de conservación de la fauna.
El pestilente suceso ha desatado un debate intenso sobre la responsabilidad de los programas de televisión en cuanto a la representación de la vida salvaje y la ética de la supervivencia.
Los participantes del show, entre ellos Spencer Jones y Oliver Dev, han enfrentado descalificaciones en episodios anteriores, y la presión de competir por un premio en metálico de 500,000 dólares estadounidenses (aproximadamente 475,000 euros) añade un nivel extra de tensión.
Al igual que ellos, otros concursantes han tenido que adaptarse a las circunstancias extremas, buscando fuentes de alimento y colaborando entre ellos para no ser eliminados.
Sin embargo, la experiencia ha demostrado ser más exigente de lo planeado.
Jones, quien se refirió a sí mismo como Corry, reconoció su error en el programa, admitiendo que no estaba preparado para lidiar con el hambre y que su decisión de cazar estuvo impulsada por una mentalidad de supervivencia extrema.
Este episodio destaca no solo la presión a la que están sometidos los participantes, sino también el dilema moral relacionado con la supervivencia.
Desde su debut, 'Race to Survive: Nueva Zelanda' ha capturado la atención de la audiencia estadounidense, elevando preguntas sobre la autenticidad de los retos de supervivencia presentados en la televisión.
En el contexto más amplio de la conservación y el respeto por la fauna, este incidente ofrece una oportunidad para reflexionar sobre los límites de la competencia y el entretenimiento frente al bienestar medioambiental.