Tras un arduo proceso de restauración, las emblemáticas campanas de Notre-Dame resuenan nuevamente, anticipando la reapertura de la catedral en diciembre.
Las icónicas campanas de la Catedral de Notre-Dame en París han vuelto a sonar después de un silencio de cinco años, interrumpido por el devastador incendio que arrasó el monumento en 2019. Este renacer sonoro ocurrió el pasado viernes, simbolizando la progresiva restauración de este emblemático símbolo de la historia y cultura francesa.
Con el sonido de ocho campanas resonando por toda la capital francesa, los parisinos pudieron experimentar la hermosa melodía que habían perdido desde aquel trágico abril de 2019. Este evento marca un importante adelanto hacia la gran reapertura de la catedral, programada para el próximo mes de diciembre, tras un esfuerzo titánico y costoso para rehabilitar esta joya arquitectónica de 860 años.
El director de la reintegración de las campanas, Alexandre Gougeon, compartió su satisfacción con el éxito de esta primera prueba.
"Aún no está perfecto, pero trabajaremos hasta que lo esté", afirmó. Las campanas, que habían sido cuidadas antes de ser reinstaladas en el campanario norte, ahora se mecen nuevamente en la catedral, que ha sido restaurada con esmero tras el devastador incendio.
La conmoción de aquel evento comenzó cuando el fuego se desató sin previo aviso, provocando la caída de la aguja y causando daños significativos en el tejado de la catedral.
Mientras los valientes bomberos luchaban contra las llamas, miles de parisinos se agolpaban a orillas del Sena, horrorizados por la escena ante sus ojos.
Aunque el fuego destruyó gran parte del techo, afortunadamente la estructura principal logró conservarse en gran medida.
En un emocionante adelanto, tres nuevas campanas se han añadido a la colección, integrando también una que fue tocada durante los eventos de los Juegos Olímpicos de París.
Esto no solo representa la continuidad de la tradición de la catedral, sino también un símbolo de la resiliencia de la ciudad frente a la adversidad.
La reapertura de Notre-Dame está programada para coincidir con un fin de semana de celebraciones, comenzando el 7 de diciembre de este año.
Las festividades están previstas para honrar la historia y la cultura del edificio, así como el compromiso de la comunidad y las autoridades por restaurar la catedral a su antiguo esplendor.
La historia de Notre-Dame no es solo la de un edificio; es un reflejo de la identidad de París y su gente.
Desde su construcción, ha sido testigo de momentos históricos, desde coronaciones hasta bodas reales, y su importancia es indiscutible.
La restauración en curso no solo es una tarea arquitectónica, sino un acto de amor hacia un hito que ha inspirado a generaciones.
A medida que nos acercamos a su reapertura, la expectativa crece entre los parisienses y los visitantes de todo el mundo, que anhelan reexperimentar la majestuosidad de Notre-Dame y escuchar una vez más el penoso repique de sus campanas, que ahora simbolizan tanto la memoria de lo perdido como la promesa de un futuro brillante.