El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha reafirmado su compromiso de finalizar la ofensiva militar en Gaza a pesar de las llamadas para detenerla, amenazando con invadir la ciudad de Rafah si los rehenes israelíes no son liberados antes del próximo mes sagrado musulmán.
En Medio Oriente, Rafah, Franja de Gaza: El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha vuelto a rechazar las llamadas para detener la ofensiva militar en Gaza, prometiendo "terminar el trabajo" mientras un miembro de su gabinete de guerra amenazaba con invadir la ciudad sureña de Rafah si no se liberaban los rehenes israelíes restantes para el próximo mes sagrado musulmán.
El gobierno de Israel no ha discutido públicamente un cronograma para una ofensiva terrestre en Rafah, donde más de la mitad de los 2,3 millones de palestinos del enclave han buscado refugio.
El general retirado Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra de tres miembros de Netanyahu, representa una voz influyente pero no la última palabra sobre lo que podría venir.
En Rafah, la situación es cada vez más desesperada.
La gente carece de suficiente comida, agua, electricidad y atención médica, y están bajo bombardeo israelí regular.
Alrededor del 80 por ciento de la población de Gaza ha sido desplazada, y una cuarta parte enfrenta la inanición.
Mientras las negociaciones de alto al fuego luchan después de signos de progreso en las últimas semanas, Netanyahu ha calificado de "delirantes" las demandas del grupo militante gobernante de Gaza, Hamas.
Estados Unidos, el principal aliado de Israel, dice que todavía espera mediar un alto al fuego y un acuerdo de liberación de rehenes, y prevé una solución más amplia de la guerra desencadenada por el ataque mortal de Hamas el 7 de octubre en el sur de Israel.
Estados Unidos también dice que vetará otro proyecto de resolución de la ONU que pide un alto al fuego, con su embajadora en la ONU advirtiendo contra medidas que podrían poner en peligro "la oportunidad de una resolución duradera de las hostilidades".
Pero Netanyahu se opone a la creación de un estado palestino, algo que Estados Unidos considera un elemento clave en una visión más amplia para la normalización de las relaciones entre Israel y Arabia Saudita.
Su gabinete adoptó una declaración el domingo diciendo que Israel "rechaza categóricamente los edictos internacionales sobre un acuerdo permanente con los palestinos" y se opone a cualquier reconocimiento unilateral de un estado palestino.