En un momento de creciente tensión geopolítica, el Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, tuvo su primera conversación en más de un mes con el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.

Este contacto se produce mientras el gobierno estadounidense busca moderar la reacción de Israel ante el reciente ataque con misiles lanzado desde Irán.

Ambos líderes confirmaron la comunicación, que también incluyó a la Vicepresidenta Kamala Harris y tuvo una duración de aproximadamente 50 minutos.

Se espera que se publiquen resúmenes de los temas tratados.

La última vez que Biden y Netanyahu intercambiaron palabras fue en agosto.

Desde entonces, Israel ha intensificado sus operaciones contra el grupo Hezbollah, respaldado por Irán en Líbano, lo que ha resultado en la eliminación de casi toda su cúpula, incluido Hassan Nasrallah, y ha dejado un saldo de al menos 1.500 muertos a causa de ataques aéreos.

En respuesta, Irán lanzó unas 200 misiles balísticos, aunque los Estados Unidos intervinieron para ayudar a mitigar el impacto de estos ataques.

La administración de Biden ha reconocido que Israel tiene derecho a responder ante el ataque de Teherán.

No obstante, ha instado a Netanyahu a evitar golpear las infraestructuras energéticas y nucleares de Irán, temiendo que tales acciones pudieran escalar el conflicto y llevar a la implicación directa de EE. UU.

La llamada entre Biden y Netanyahu se programó después de que Netanyahu decidiera cancelar un viaje a EE. UU. por parte del Jefe de Defensa israelí, Yoav Gallant, considerado como una oportunidad para coordinar la respuesta a Irán con Washington.

En su lugar, Gallant ofreció un mensaje contundente a las fuerzas de inteligencia israelíes, afirmando: "Los ataques de Irán contra Israel fueron agresivos, pero fracasaron porque no fueron precisos.

Nuestro ataque a Irán será mortal, preciso y, sobre todo, sorprendente.

No entenderán qué les ha sucedido y cómo ha sucedido.

Verán los resultados".

La relación entre Biden y Netanyahu ha estado marcada por tensiones crecientes, especialmente tras la negativa de Israel a aceptar las llamadas del presidente estadounidense para un cese al fuego en sus conflictos con Hamas en Gaza y Hezbollah en Líbano.

Estas fricciones se acentuaron esta semana con la aparición de revelaciones en un nuevo libro del periodista Bob Woodward, que se lanzará la próxima semana y que detalla la frustración creciente de Biden hacia Netanyahu desde el ataque de Hamas a Israel el año pasado.

Los ejes de la diplomacia en esta región tan volátil continúan siendo complejos, con los Estados Unidos tratando de equilibrar su apoyo a Israel mientras intenta evitar la escalada de un conflicto que podría tener repercusiones en un ámbito mucho más amplio.

La situación en Oriente Medio sigue siendo frágil, y las decisiones tomadas por estos líderes influirán no solo en sus naciones, sino en la estabilidad global.