Cientos de manifestantes irrumpieron y incendiaron el Parlamento de Nepal en medio de una escalada de violencia que ha sumido al país en el caos político y social, pese a la dimisión del primer ministro K.P. Sharma Oli.

Las imágenes difundidas por medios locales muestran columnas de humo negro elevándose en el cielo, mientras las fuerzas militares, desplegadas en la zona, permanecen inactivas, sin intervenir para detener el saqueo o apagar las llamas.
Este incidente marca la culminación de dos días de #protestas masivas protagonizadas por jóvenes y sectores civiles que exigen reformas contra la corrupción y la censura, en un contexto de profunda #crisis política que también ha dejado al menos 19 muertos y más de 300 heridos en enfrentamientos con las fuerzas del orden.
La tensión en la capital se ha extendido a toda la ciudad, con ataques sistemáticos contra dirigentes políticos y sus familias, en lo que algunos analistas consideran una represalia contra la élite gobernante.
Supuestamente, la residencia privada del ex primer ministro K.P. Sharma Oli fue incendiada en la madrugada, en un acto que ha conmocionado a la opinión pública. Además, otros líderes políticos, como el ex mandatario Sher Bahadur Deuba, también han sido víctimas de ataques en sus viviendas, incluyendo la esposa de este, Arzu Rana Deuba, quien además ocupa el cargo de ministra de Exteriores.
Los episodios han sido captados en múltiples videos difundidos en redes sociales, generando una ola de condenas internacionales.
En una escalada de #violencia que
Otros ex primeros ministros y figuras políticas de alto perfil presuntamente han sufrido ataques similares, en una escalada de violencia que, según expertos, busca castigar a la clase política por su gestión y decisiones recientes.
La situación se ha complicado aún más tras la renuncia en bloque de veinte diputados del Rastriya Swatantra Party (RSP), quienes declararon que el Parlamento “ha perdido toda legitimidad” y propusieron la formación de un gobierno civil interino para restablecer el orden.
Supuestamente, el RSP también solicitó una investigación judicial exhaustiva sobre la represión y los ataques, en línea con las condenas emitidas por organismos internacionales como Amnistía Internacional y las Naciones Unidas.
La dimisión del primer ministro Oli, anunciada horas antes en una carta dirigida al presidente, fue vista como un intento de contener la crisis, aunque las protestas y los ataques persisten, alimentando la incertidumbre política.
Históricamente, #Nepal ha atravesado múltiples periodos de inestabilidad, incluyendo una guerra civil entre 1996 y 2006 y la transición de una monarquía a una república en 2008.
La actual crisis refleja las tensiones acumuladas por décadas, en un país donde la pobreza, la corrupción y la influencia de grupos armados aún representan desafíos significativos.