Arthur Schubarth, un granjero de Montana, enfrentará seis meses de prisión por un esquema ilegal que involucraba la cría de especies de ovejas híbridas.

Imagen relacionada de granjeros condenados hibridos

Un granjero de Montana ha sido condenado a seis meses de prisión por un esquema ilegal relacionado con la cría de ovejas híbridas, un caso que ha atraído la atención de las autoridades por las implicaciones que tiene para la fauna salvaje y la conservación.

Arthur "Jack" Schubarth, de 81 años, admitió su culpabilidad en marzo por dos delitos relacionados con la vida silvestre, los cuales resultaron de violaciones de la Ley Lacey, una legislación federal de conservación en EE.UU. que prohíbe la venta de animales mal etiquetados y la venta de especies que son ilegales en ciertos estados.

El controvertido esquema de Schubarth se inició en 2012, cuando pagó para que su hijo participara en cacerías de una de las especies de ovejas más grandes del mundo en Kirguistán.

Los documentos judiciales indican que, tras esta actividad, Schubarth utilizó partes de las ovejas para desarrollar una especie híbrida aún más grande que luego vendió a cazadores en su rancho de 87 hectáreas en Vaughn, Montana.

Este rancho se convirtió en el centro de sus operaciones ilegales, donde además de ovejas, también criaba cabras montesas y razas similares.

Las operaciones de cría ilegales no solo amenazan la diversidad genética de las poblaciones de ovejas silvestres en la región, sino que también plantean el riesgo de introducir enfermedades que pueden afectar a las especies nativas.

Según Edward Grace, director asistente del departamento de cumplimiento de la ley del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU., este tipo de actividades pone en peligro el patrimonio natural del país.


Schubarth no se pronunció públicamente tras su condena, pero durante la audiencia de sentencia expresó su arrepentimiento, afirmando que “tendrá que trabajar el resto de su vida para reparar todo lo que ha hecho.” Además de la prisión, Schubarth fue multado con 20,000 dólares (aproximadamente 18,800 euros) y deberá donar 4,000 dólares (alrededor de 3,800 euros) a la Fundación Nacional de Pesca y Vida Silvestre, una organización sin fines de lucro dedicada a la conservación de especies nativas y sus hábitats.

El caso de Schubarth resuena en un contexto más amplio donde la caza y la cría de especies exóticas han sido temas de considerable debate.

En la última década, las iniciativas de conservación han ganado impulso en EE.UU., a medida que la conciencia sobre la importancia de preservar la biodiversidad se ha incrementado.

Las leyes, como la Ley Lacey, representan esfuerzos significativos para salvaguardar el entorno natural y prevenir la explotación no sostenible de la fauna y la flora.

A medida que los delitos relacionados con la vida silvestre continúan en aumento, este caso podría establecer un precedente importante sobre las consecuencias legales de actuar ilegalmente en el ámbito de la caza y la cría de animales.

La sentencia de Schubarth es un recordatorio del compromiso del gobierno de mantener la protección de especies y recursos naturales, cruciales para el ecosistema del país y el futuro de la biodiversidad.