Las autoridades mexicanas revelan el hallazgo de cerca de 200 cadáveres apilados en un crematorio sin permisos adecuados en Ciudad Juárez, generando alarma y confusión en la comunidad local.
La instalación, que supuestamente contaba con permisos vigentes para la cremación, en realidad no realizaba este servicio, acumulando los cadáveres en distintas habitaciones de manera clandestina.
El fiscal general del estado, César Jáuregui Moreno, afirmó que la cifra de cuerpos podría seguir aumentando a medida que avancen las investigaciones periciales.
La Fiscalía, en coordinación con la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris), aseguró el sitio y comenzó un proceso exhaustivo para determinar la magnitud del hallazgo.
Hasta ahora, se presume que la cantidad de cuerpos encontrados podría ser solo una parte del total, ya que las investigaciones aún están en curso y se espera que se descubran más detalles en los próximos días.
Supuestamente, la empresa responsable del crematorio no ha sido identificada públicamente debido a que el procedimiento aún está en fase administrativa.
La denuncia ciudadana que llevó a la inspección fue reportada después de que se detectara un cadáver en el interior de un vehículo estacionado frente a la instalación.
Tras la inspección, se confirmó que al menos seis funerarias estarían involucradas en el envío de difuntos a este crematorio, aunque en realidad los cuerpos no habían sido incinerados, sino almacenados en condiciones precarias.
Las #autoridades habilitaron una caja refrigerada ubicada en el exterior del inmueble
Para proteger los restos humanos, las autoridades habilitaron una caja refrigerada ubicada en el exterior del inmueble. La escena fue acordonada con un perímetro de 20 metros, y se improvisó un pasillo cubierto con trozos de tela para facilitar el traslado de los cuerpos desde el interior del establecimiento hasta un contenedor refrigerado.
Según informaron las autoridades, esta acción busca preservar la integridad de los cadáveres y evitar que la situación se agrave aún más.
Supuestamente, la #investigación está en marcha y no se ha revelado el nombre de la empresa que operaba el crematorio, ya que la Fiscalía y Coespris continúan con el procedimiento administrativo y judicial correspondiente.
La vocera de Coespris, Roxana Macías, declaró que no se dará a conocer más información hasta que se concluyan las investigaciones.
Este hallazgo ha generado una gran preocupación en la comunidad de Ciudad Juárez, una ciudad con una historia marcada por la violencia y el crimen organizado.
La situación recuerda casos similares en otros países donde la clandestinidad en la gestión de servicios funerarios ha facilitado operaciones ilegales y el encubrimiento de delitos graves.
Aunque las autoridades mexicanas aseguran que trabajan para esclarecer los hechos y sancionar a los responsables, la comunidad exige mayor transparencia y medidas que prevengan que hechos como este vuelvan a ocurrir en el futuro.
Este tipo de casos no son aislados en la historia moderna, ya que en varias regiones del mundo se han reportado operaciones clandestinas que manipulan cuerpos sin respetar los protocolos sanitarios ni legales.
La situación de Ciudad Juárez, en particular, pone en evidencia las deficiencias en la regulación y vigilancia de los servicios funerarios en ciertos contextos, donde la corrupción y la negligencia pueden facilitar este tipo de prácticas ilegales.
