Maggie Smith, reconocida por su aclamada carrera en el cine y la televisión, ha fallecido a los 89 años, dejando un legado imborrable en la industria.

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La actriz británica Maggie Smith, famosa por su trabajo en el cine y la televisión, ha fallecido a los 89 años, según anunció su publicista el pasado viernes.

La noticia, que conmocionó a sus seguidores y colegas, fue confirmada por su familia mediante un comunicado que no especificó las causas de su muerte.

Originaria de Londres, Maggie Smith inició su carrera en el teatro durante la década de 1950. A lo largo de su vida, logró consolidarse como una de las intérpretes más aclamadas de su generación, ganando múltiples premios a lo largo de su carrera, incluyendo dos premios Oscar, cuatro Emmy y un Tony, un logro que pocos actores han alcanzado.

Aunque la mayoría de los jóvenes del siglo XXI la conocieron principalmente por su papel como la profesora McGonagall en todas las películas de la famosa saga de Harry Potter y como la Condesa Viuda de Grantham en la exitosa serie Downton Abbey, su carrera abarcó múltiples décadas y géneros.

Smith cautivó al público con su aguda inteligencia y su ingenio mordaz, siendo considerada una de las mejores actrices británicas, junto a figuras como Vanessa Redgrave y Judi Dench.

Su primera nominación al Premio de la Academia fue en 1965, por su papel de Desdémona en la adaptación de Othello, dirigido por Laurence Olivier.

Sin embargo, fue en 1969 cuando alcanzó la gloria al llevarse el Oscar a Mejor Actriz por su papel de directora de escuela en The Prime of Miss Jean Brodie.


A esta victoria le siguió otro Oscar como Mejor Actriz de Reparto por su participación en la comedia California Suite de 1978, donde su actuación fue tan impactante que su compañero de reparto, Michael Caine, comentó que 'Maggie no solo robó la película, cometió un gran hurto'.

La amplia filmografía de Maggie incluye papeles notables como Lady Bracknell en The Importance of Being Earnest en el West End y una anciana que lucha con la senilidad en la obra de Edward Albee.

En 2001, fue aclamada por su participación en la comedia negra Gosford Park, que reafirmó su estatus como una de las mejores actrices de su tiempo.

Su legado en el mundo del teatro y del cine es indiscutible.

En 1990, fue nombrada Dama de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II, reconocimiento que consagró su contribución al arte dramático.

A lo largo de su vida, generó una profunda admiración y respeto en el ámbito artístico y cultural, inspirando a nuevas generaciones de actores y actrices.

El fallecimiento de Maggie Smith deja un vacío enorme en la industria del entretenimiento.

Su talento, dedicación y carisma perdurarán en la memoria de todos aquellos que tuvieron la oportunidad de disfrutar de su talento en la pantalla y el escenario.