El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, estuvo hospitalizado durante varios días sin que altos funcionarios del gobierno tuvieran conocimiento de su situación. Esta falta de transparencia ha generado preguntas sobre su estado de salud y el secreto que rodea su enfermedad.
Altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos, incluyendo líderes de la administración de Biden, altos oficiales del Pentágono y miembros del Congreso, estuvieron varios días sin saber que el Secretario de Defensa Lloyd Austin había sido hospitalizado desde el lunes.
Según funcionarios, la notificación sobre la hospitalización de Austin en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en Bethesda, Maryland, no llegó a la Casa Blanca ni al Consejo de Seguridad Nacional hasta el jueves.
Esta falta de transparencia por parte del Pentágono sobre la hospitalización de Austin refleja una sorprendente falta de claridad sobre su enfermedad, su gravedad y cuándo podría ser dado de alta.
Esta opacidad contrasta con la práctica habitual en relación al presidente y otros altos funcionarios y miembros del gabinete de Estados Unidos.
Lloyd Austin asumió la responsabilidad de los retrasos en la notificación en un comunicado emitido el domingo.
Reconoció que podría haber hecho un mejor trabajo informando adecuadamente al público y se comprometió a hacerlo mejor en el futuro.
Sin embargo, aclaró que esta fue su decisión médica y asumió la responsabilidad total sobre su decisión de no hacer pública su hospitalización.
El portavoz de prensa de Austin informó que todavía permanece hospitalizado debido a complicaciones derivadas de un procedimiento médico menor.
En su comunicado, Austin afirmó que se está recuperando y espera regresar pronto al Pentágono, pero no proporcionó más detalles sobre su enfermedad.
Aunque se notificó a la Casa Blanca y al Estado Mayor Conjunto de la hospitalización de Austin, aún no se ha confirmado cuándo se realizó dicha notificación, según el General de la Fuerza Aérea Pat Ryder.