El presidente de Kirguistán, Sadyr Japarov, ha tomado medidas drásticas contra el prometido de su sobrina después de que este realizara una propuesta de matrimonio ostentosa durante deslizamientos de tierra mortales.
El presidente de Kirguistán, Sadyr Japarov, ha decidido encarcelar al prometido de su sobrina después de que este llevara a cabo una propuesta de matrimonio considerada por muchos como excesivamente ostentosa y fuera de lugar.
Aftandil Sabyrbekov, el prometido de la sobrina de Japarov, realizó su propuesta en un momento crítico, ya que el sur de Kirguistán sufría devastadores deslizamientos de tierra que habían dejado un saldo trágico.
La propuesta, que incluyó un vuelo en helicóptero del gobierno, ha sido objeto de intensas críticas.
Japarov expresó su indignación en varias entrevistas, disculpándose con la población por el comportamiento de su sobrina y dejando claro que esta debería reflexionar sobre las opiniones y sentimientos del público.
"Pido disculpas al pueblo por mi sobrina.
Ella también escucha las opiniones de la gente.
Creo que sacará las conclusiones correctas de esto", declaró el presidente.
La solicitud de disculpas de Sabyrbekov nunca llegó, lo que llevó a Japarov a perder la paciencia.
Dos semanas después del incidente, se emitió una orden de arresto contra él bajo acusaciones relacionadas con drogas.
Según Japarov, la decisión de Sabyrbekov de proponerle matrimonio a su sobrina no estuvo motivada por el amor verdadero, sino que el prometido buscaba establecer una red de protección política para encubrir sus actividades ilegales.
En Kirguistán, las penas para aquellos condenados por delitos relacionados con drogas pueden ser extremas, a menudo resultando en muchos años de prisión.
Esto añade un matiz de gravedad a la situación de Sabyrbekov, quien se ha convertido en el centro de un escándalo que ha captado la atención de la nación.
El video de la propuesta de matrimonio, que se volvió viral, muestra a la pareja vestida de blanco descendiendo elegantemente de un helicóptero en una pintoresca ubicación montañosa.
El evento, que algunos catalogan como un espectáculo reivindicativo más que un gesto romántico, incluía fuegos artificiales y un gran corazón blanco como telón de fondo, mientras amigos vitoreaban.
Para llevar a cabo este derroche, Sabyrbekov había alquilado uno de los tres helicópteros del Ministerio de Emergencias de Kirguistán por un costo de aproximadamente 2,800 euros la hora, una suma exorbitante en el contexto del país, especialmente dada la crisis humanitaria que se vivía en ese momento.
Desde que asumió el poder hace casi cuatro años tras un golpe de estado, Japarov ha hecho hincapié en la importancia de no desperdiciar recursos públicos, y este incidente contradice directamente sus principios.
La reacción del presidente no solo revela su postura sobre el uso de fondos públicos, sino que también destaca la relevancia de la percepción pública en la política kirguisa, donde la imagen y la moralidad juegan un papel crucial en la gobernanza.
Este incidente es un claro recordatorio de cómo las normas sociales y las expectativas en Kirguistán chocan con los comportamientos individuales, lo que podría tener ramificaciones significativas en la carrera hacia el poder y la influencia en el país.