El Primer Ministro británico Keir Starmer cancela su planeada visita a Australia a raíz de problemas internos en su gobierno y una caída en su popularidad.
Londres: El Primer Ministro británico, Sir Keir Starmer, ha decidido casi por completo descartar su primera visita a Australia en el contexto de un repunte de problemas internos en su administración y una notable caída en sus índices de aprobación.
Referencia inicial indicaba que se estaba trabajando de manera avanzada en Canberra para recibir a Starmer tras la reunión de jefes de gobierno de la Commonwealth que se llevará a cabo en Tonga en dos semanas.
Sin embargo, diversas fuentes diplomáticas han compartido que la visita probablemente no se concretará, dadas las presiones políticas que enfrenta su gobierno.
Starmer llegó al poder tras 14 años de oposición y, desde entonces, su partido ha lidiado con varios desafíos, incluyendo recortes en las ayudas de invierno para los pensionistas y controversias en torno a donaciones.
En medio de esta crisis, Starmer ha intentado restablecer el control en su administración justo en la semana en que marca sus primeros 100 días al mando, realizando un considerable cambio en su equipo.
Este fin de semana, destituyó a Sue Gray, su cuestionada jefa de gabinete, tras semanas de críticas internas sobre su desempeño y luchas de poder en la trastienda.
Un portavoz de Downing Street confirmó que Starmer aún asistirá junto al Rey Carlos y más de 50 líderes de la Commonwealth, incluido el Primer Ministro australiano, Anthony Albanese, del 21 de octubre en Samoa para la CHOGM. Este encuentro se considera cada vez más un vehículo crítico para ayudar al Reino Unido a combatir la influencia china en sus antiguas colonias y en lo que se conoce como el Global South, un término que abarca diversos países a menudo catalogados como en desarrollo o subdesarrollados.
Antes de la cumbre, el Rey realizará visitas a Sídney y Canberra, aunque la oficina del Primer Ministro británico no confirmó si se han cancelado los planes de visitar Australia y Nueva Zelanda después del evento.
Tras la elección de Starmer, donde el Partido Laborista consiguió una mayoría de más de 170 asientos en julio, Albanese expresó que esperaba una visita oficial de su aliado de izquierda en los próximos meses.
Desde que el Partido Laborista tomó el poder en mayo de 2022, los dos líderes han desarrollado una relación cercana, y Starmer tenía la intención de agradecer la asesoría y el apoyo brindado por Albanese con una visita.
La situación actual es notable ya que habría marcado 10 años desde la última visita de un líder británico a Australia, cuando David Cameron se dirigió al parlamento federal antes de la cumbre del G20 en Brisbane.
La decisión de Starmer de no viajar a Australia es un reflejo de los tiempos difíciles que atraviesa, lo que pone de manifiesto las tensiones dentro de su gobierno y la creciente necesidad de centrarse en resolver problemas nacionales antes de embarcarse en aventuras diplomáticas.